IV. POLITICAS DE PRECIOS
IV.1. INTRODUCCION AL PRECIO
COMO VARIABLE DEL MIX
La determinaci�n de precios es,
quiz�s, la m�s nebulosa de todas
las �reas sobre las que tienen que
tomar decisiones los ejecutivos.
Siempre que un problema de precios
se discute en un comit�, es
probable que se recomienden cifras
divergentes, sin asomo de consenso.
Aunque la unanimidad en las
decisiones de marketing es una
costumbre que brilla por su
ausencia, m�s raro es llegar a un
acuerdo en lo referente a las
decisiones sobre precios.
Queda ya fuera de toda duda que
la b�squeda de modelos mec�nicos
para determinar los precios adolece
de optimismo, si no de evidente
ingenuidad. Realmente, la
experiencia no ha producido recetas
que garanticen decisiones correctas.
La mejor de todas s�lo se puede
aplicar cuando se dan unas
condiciones normales y, en la pr�ctica,
es muy raro que se mantengan
condiciones que se asemejen a lo
normal.
En definitiva, un precio es la
expresi�n de un valor. El valor de
un producto depende de su grado de
utilidad para el comprador, de su
calidad percibida, de la imagen que
lleva consigo creada mediante
publicidad y promoci�n, de su
disponibilidad en los canales de
distribuci�n y del nivel de
servicio que acompa�a a dicho
producto. Un precio es la estimaci�n
por parte del vendedor del valor que
todo este conjunto tiene para los
compradores potenciales,
considerando las otras opciones de
los compradores para satisfacer la
misma necesidad del producto en
cuesti�n.
En un entorno competitivo, la
fijaci�n de precios tiene algo de
juego. El precio que fijar� uno de
los competidores no solamente estar�
en funci�n de lo que el mercado se
halle dispuesto a pagar, sino tambi�n
de los que fijen otras empresas. Los
precios fijados por cada empresa
responden a los que hayan fijado sus
competidores. As�, la fijaci�n de
precios es un arte, un juego que se
practica con apuestas muy altas.
Para un ejecutivo comercial, es el
momento de la verdad. De alguna
manera, las decisiones sobre fijaci�n
de precios son resumen y compendio
de todo el marketing y, no
olvidemos, se reflejan directamente
en la cuenta de resultados...
IV.2. VARIABLES BASICAS PARA
EL ANALISIS DE LAS DECISIONES DE
FIJACION DE PRECIOS
Las variables b�sicas de
referencia para analizar decisiones
de fijaci�n de precios son las
siguientes:
- Los costes en los que incurre
la empresa al fabricar y/o
comercializar el producto
- El valor que el cliente d� al
producto en cuesti�n
- Los precios fijados por la
competencia para productos
competitivos
- Las restricciones de tipo
legal en cuanto a libertad de
fijaci�n de precios
- Los objetivos que se persiguen
IV.3. EL TECHO MINIMO:
ESTRUCTURA DE COSTES DEL PRODUCTO
Obviamente, en una econom�a
libre de mercado los precios se
fijan para ganar dinero y dar
continuidad a la empresa. Por tanto,
a la hora de fijar precios no hay
que perder nunca de vista el
objetivo �ltimo de continuidad. El
primer paso en el an�lisis de la
fijaci�n de precios para un
producto determinado es, por
consiguiente, la cuantificaci�n de
los costes en los que se incurre por
el hecho de fabricarlo y/o
comercializarlo. Esta cuantificaci�n
da el techo m�nimo, por encima del
cual tiene que estar el precio
final.
3.1 Tipos y costes
Normalmente los costes se
clasifican en variables, fijos y
semifijos. Una compa��a a�rea
puede considerar que la amortizaci�n
anual de un avi�n constituye un
gasto fijo. AL hacer un viaje entre
dos ciudades, un avi�n genera
ciertos gastos semifijos; por
ejemplo, el combustible y las tasas
de despegue y aterrizaje en los
aeropuertos. Para un determinado
vuelo, estos costes son
aproximadamente los mismos, tanto si
el avi�n vuela vac�o como si va
completamente lleno.
Los costes variables del vuelo
estar�an b�sicamente compuestos
por los costes de comidas y bebidas.
Estos aumentan o disminuyen de
manera directamente proporcional al
n�mero de pasajeros.
En una f�brica de botellas de
vidrio, la amortizaci�n del
edificio y de la maquinaria, tal
como hornos y carretillas
transportadoras, constituyen gastos
fijos. As� mismo los alquileres de
la f�brica, los sueldos del
personal (en el caso de que no
exista flexibilidad de plantilla),
los impuestos de radicaci�n, etc.
constituyen gastos fijos. Se va a
incurrir en todos ellos
independientemente del volumen de
producci�n. Ser�an costes
variables lo que el fabricante de
vidrio paga por la energ�a para
alimentar los hornos, la arena y
otras materias primas para fabricar
el vidrio, as� como las comisiones
pagadas a los vendedores o
representantes en funci�n de la
venta y los gastos de descuento del
papel comercial. Estos �ltimos son
directamente proporcionales al nivel
de producci�n y/o venta.
Si, como sucede en el caso de las
compa��as a�reas, los costes
fijos y semifijos constituyen una
proporci�n muy importante del total
de costes, resulta fundamental fijar
los precios de manera que se aspire
a utilizar al m�ximo la capacidad
disponible. El vendedor pierde
dinero hasta el momento en que cubre
los gastos fijos. Tras cubrir sus
costes fijos, cada venta adicional
contribuye en gran manera a mejorar
los resultados.
Si, como sucede en el caso del
fabricante de vidrio, los costes
variables constituyen un porcentaje
relativamente alto de los costes
totales, resulta decisivo fijar los
precios de manera que se maximice la
contribuci�n marginal unitaria
-diferenciada entre el precio de
venta y los costes variables
unitarios- de cada botella
fabricada. Si tiene este tipo de
estructura de costes, l�gicamente,
el fabricante intentar� por todos
los medios maximizar el precio de
venta unitario y reducir los costes
variables.
El objetivo de la estrategia de
fijaci�n de precios de una compa��a
de aviaci�n ser� generar
suficientes ingresos totales para
cubrir sus costes fijos y, por
encima de esto, para producir
beneficios intentar� conseguir la m�xima
utilizaci�n de su capacidad.
La compa��a vidriera fijar�
sus precios para cubrir sus elevados
costes unitarios variables, alcanzar
una contribuci�n suficiente para
cubrir sus gastos fijos y realizar
beneficios.
El coste de un producto incluye
pues, sus costes variables unitarios
y una parte de los fijos totales que
se asignan al producto con alg�n
criterio de reparto. A este coste
total se le suele llamar tambi�n
coste completo.
3.2 Costes relevantes para las
decisiones de precios
�Qu� costes determinan el nivel
m�nimo del precio por debajo del
cual no estoy dispuesto a vender?
�El precio m�nimo debe estar
siempre por encima del coste
completo?
En ciertas circunstancias, una
empresa puede decidir fijar un
precio inferior al coste completo.
En momentos de infrautilizaci�n de
su capacidad productiva, por
ejemplo, empresas con costes fijos
elevados pueden llegar a vender a
precios que cubran los costes
variables y que permitan una cierta
contribuci�n adicional para cubrir
parte de los costes fijos o de
estructura. Esta decisi�n,
obviamente, no lleva a la empresa a
generar beneficios, pero s� a
perder menos dinero. Las
alternativas son claras: o
despreciar pedidos que no se pueden
conseguir a precio completo, con lo
cual no se contribuye en nada a la
cobertura de los gastos fijos, o
aceptarlos y cubrir con ellos una
parte adicional de los fijos, que se
van a producir exactamente igual,
aceptemos o no el pedido. Estas
situaciones suelen producirse en
tiempos de crisis econ�mica y con
exceso de oferta, y los clientes
finales suelen aprovechar
extraordinariamente bien esta
coyuntura. Tomemos el caso t�pico
de un peque�o fabricante de g�neros
de punto con problemas para colocar
toda su producci�n, que le est�n
llevando a funcionar a un 60% de
capacidad (m�quinas paradas 3 horas
al d�a).
Los sueldos de su personal, el
alquiler y los dem�s gastos fijos
los comprometi� a primeros de a�o,
al abrir la puerta, y van a ser
independientes de su volumen de
producci�n. Unos grandes almacenes
le pasan un pedido importante que le
permitir� ocupar un 30% adicional
de su capacidad, pero le exigen un
precio especial, que resulta
inferior al coste completo del art�culo
en cuesti�n. Si los gastos
adicionales en los que se incurrir�a
en el caso de aceptar el pedido
(gastos variables) son inferiores al
precio propuesto, la decisi�n debe
ser de aceptaci�n. La contribuci�n
del pedido (precio de venta menos
costes variables) es positiva y, al
no existir ninguna alternativa
mejor, las p�rdidas a final de a�o
van a ser inferiores con respecto a
la alternativa de rechazar el pedido
y, en definitiva, a esperar tiempos
mejores...
�El precio m�nimo debe estar
siempre por encima de los costes
variables?
La fijaci�n de precios por
debajo de los costes variables tiene
como consecuencia que cuanto m�s
vendemos m�s perdemos. No s�lo no
se cubren las cargas fijas, sino que
tampoco se cubren los gastos
variables asociados. Esta suele ser,
en la inmensa mayor�a de los casos,
una forma infalible para acabar
cerrando la empresa. Pero, una vez m�s,
se producen excepciones a la regla.
Circunstancias especiales pueden
llevar a un directivo a adoptar esta
decisi�n:
- Respuestas puntuales a
agresiones de la competencia
- Objetivos estrat�gicos de
penetraci�n en el mercado
Generalmente, cuando se fijan
precios bajos (incluso por debajo de
los costes variables) aspirando
alcanzar una participaci�n de
mercado importante, se hace bajo la
hip�tesis de que se conseguir�
reducir de manera sustancial los
costes unitarios gracias al aumento
del volumen de producci�n. De
hecho, en muchos tipos de negocios
se utiliza la curva de experiencia
para estimar el efecto que tendr�
el crecimiento del volumen de
producci�n sobre los costes
unitarios.
En gran parte, gracias a la
experiencia, que se refleja en la
curva de aprendizaje, se reducen los
costes variables dentro del conjunto
de los costes unitarios totales. Los
ahorros de coste se producen gracias
a las mejoras de productividad en la
mano de obra, a la mayor habilidad
de compra de las materias primas y/o
componentes, al adquirirlas en gran
volumen, y a las mejoras en el
proceso productivo.
Las denominadas "econom�as
de escala" se producen en
ciertos factores o componentes de
los costes, en funci�n del tipo de
producto de los procesos utilizados
para fabricarlo y del nivel de
gastos comerciales necesarios para
poder competir. Si parece posible
lograr econom�as de escala
importantes, algunos competidores
pueden estar dispuestos a fijar un
precio lo suficientemente bajo que
les permita aumentar de manera
importante sus vol�menes de trabajo
y, en consecuencia, impedir que
otros competidores puedan
evolucionar, siguiendo la curva de
la experiencia. Gracias a actuar as�
pueden aspirar a convertirse en
fabricantes de bajo coste, con
participaciones de mercado
dominantes. Las estrategias de Texas
Instruments con las calculadoras, de
Bic con los bol�grafos y
maquinillas de afeitar, y de Seiko
con los relojes digitales,
constituyen los ejemplos m�s
expresivos.
3.3 Conclusiones
El techo m�nimo para la fijaci�n
de precios no es, por lo visto hasta
ahora, un simple n�mero fijo y
constante, con validez universal. A
los efectos de fijaci�n de precios,
la manera como se calculan los
costes relevantes es una cuesti�n
de criterio directivo. Puede
hablarse de este coste completo, o
bien de coste variable. Puede
tratarse de los niveles de coste
registrados realmente en estos
momentos o basarse en estimaciones
de costes futuros, realizadas
gracias a la curva de experiencia.
La manera de hacer jugar los
distintos factores de coste y la
decisi�n de la fijaci�n de precios
depender�n en gran parte de los
objetivos producto /mercado.
De cualquier forma, cada empresa
debe ser capaz de identificar aquel
precio por debajo del cual no est�
dispuesta a vender bajo ning�n
concepto. Esta ser� la primera de
las variables cuantificables
necesaria para construir el an�lisis
global.
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