|
LA ILUSION DE REALIDAD DE LOS MEDIOS MASIVOS DE
COMUNICACION
�Quiere
ser el primero en enterarse?
Reg�strese
gratis para recibir por e-mail las novedades
de
nuestro sitio, junto a informaci�n
actualizada sobre cursos
y otras actividades en las que gozar� de
beneficios exclusivos.
Reg�strese gratis ahora
GARANT�A
DE PRIVACIDAD: SUS DATOS Y DIRECCI�N DE
E-MAIL
JAM�S SALDR�N DE NUESTRA ORGANIZACI�N |
La percepci�n
subliminal es un tema que casi nadie cree que exista, y,
si en realidad existiera, se
desde�a la idea de que pueda tener aplicaci�n pr�ctica.
Bryan Key, en su libro "Seducci�n Subliminal"
dice lo siguiente:
"Sin duda,
es m�s c�modo ignorar simplemente lo que pasa. Despu�s
de todo, la mayor�a de los norteamericanos sacan
provecho de lo que probablemente sea la naci�n m�s
grande de la tierra, y est�n bendecidos con riquezas
que van m�s all� de las fantas�as extravagantes de
los faraones, de los c�sares o los kanes de la China
antigua. Pero, principalmente porque los
norteamericanos est�n sobrealimentados, excedidos de
peso, y son de manera exagerada indulgentes dentro de
un mundo en donde la mayor�a de las personas se
acuestan hambrientas cada noche, deber�an saber
claramente lo que les est�n haciendo subliminalmente,
a pesar del dolor o intranquilidad que esto podr�a
causarles. Probablemente no sean los �nicos que
encuentran dif�cil la autocr�tica, en especial
cuando �sta est� dirigida a su modo de vida, el tan
conocido estilo de vida norteamericano."
En su libro,
estudia la percepci�n subliminal y la forma en que
creemos que pensamos. En el concepto de fen�menos
subliminales est�n incluidas todas aquellas t�cnicas
que ahora son conocidas por la comunicaci�n, y por
medio de las que millones de seres humanos son manejados
y manipulados diariamente sin ser conscientes de ello.
"Las t�cnicas
son utilizadas ampliamente por los medios de
comunicaci�n, la publicidad y las agencias de
relaciones p�blicas, compa��as industriales y
comerciales y por el mismo gobierno federal."
"Han
sabido guardar muy bien el secreto. El ciudadano com�n,
as� como la mayor�a de los soci�logos y
conductistas, simplemente no saben lo que est�
sucediendo. Por otro lado, y todav�a m�s
sorprendente, parecen querer ignorar lo que ocurre.
Cualquier investigaci�n implica primero una
averiguaci�n sobre los propios sistemas fantasiosos,
las im�genes propias, las ilusiones, las vanidades
personales y los motivos secretos. Esta es una
investigaci�n que podr�a hacer que aun el m�s
testarudo de nosotros se sintiera extremadamente inc�modo.
Los lectores descubrir�n por s� mismos que la
investigaci�n puede lograr que se sientan tranquilos,
d�ciles, que consideren a los individuos defensivos,
que se superen y sean emprendedores. Sin embargo,
desde otro punto de vista, si lo que halag�e�amente
hemos llamado nuestra civilizaci�n se sostiene otro
cuarto de siglo, es imperativo que encontremos con
detalle lo que ha estado pasando tanto a nosotros
cuanto a nuestro mundo en este nivel de
inconsistencia. En treinta a�os la poblaci�n mundial
se duplicar�. En cien a�os se cuadruplicar�.
Incluso m�s, ninguna persona que viva actualmente en
una sociedad industrializada est� m�s all� de unos
cuantos minutos de la punta de un proyectil de guerra,
del blanco de un misil armado con una bomba de hidr�geno
o de agentes biol�gicos militares. Los misiles podr�an
ser obsoletos."
"En la
actualidad cualquier naci�n del mundo puede fabricar
bombas nucleares. La tecnolog�a sigue cara, pero est�
a disposici�n de todos. Es bien sabido que estas
bombas pueden ser enviadas en un portafolios si fuera
necesario".
"Es
fascinante preguntarse cu�nto m�s tolerar� este
mundo, hambriento y empobrecido, la incre�ble
autoindulgencia que se ha conocido como el modo de
vida norteamericano. El gobierno de Estados Unidos ha
expresado su deseo de sacrificare a toda la poblaci�n
mundial, si fuera necesario, para mantener esta
indulgencia, a fin de poder enfrentarse a inevitables
crisis internacionales futuras. El vasto aumento de
poblaci�n es una certeza, tal como lo es la �rbita
de la Tierra alrededor del Sol, no una teor�a. Ya
existen desesperadas peticiones para aumentar el
abastecimiento de recursos mundiales. Un
norteamericano com�n consume durante su vida 54 veces
m�s del total de los recursos mundiales de lo que
consumir� su contrapartida de la India. De acuerdo
con el reciente Estudio Rockefeller de Poblaci�n, a
partir de la presente tasa de incremento el consumo
norteamericano individual duplicar� su nivel actual
dentro del pr�ximo cuarto de siglo. En un mundo como
�ste, afectado por el crecimiento de la poblaci�n y
la extinci�n de los recursos, la capacidad para
diferenciar entre la ilusi�n y la realidad pronto se
convertir� en una necesidad aun m�s grande de
sobrevivir. Es posible que la ilusi�n propia de las
naciones industrializadas del mundo haya alcanzado un
nivel en el que cualquier regreso brusco a la realidad
podr�a ser catastr�fico para su estilo total de
vida. pero esto va m�s all� de los que incumbe a
nuestro tema. Por supuesto, lo que percibimos
conscientemente sobre nosotros mismos y nuestros
mundos tiene mucho que ver con nuestro comportamiento.
Sin embargo, el tema se ha agotado pr�cticamente, o
por lo menos est� en v�as de acabarse. Durante la d�cada
pasada decenas de libros relacionados con la
experiencia humana consciente o cognoscitiva llegaron
a las listas de �xitos de librer�a".
En este libro se
admite, aunque el hombre lo ignora, la existencia del
papel de la percepci�n inconsciente: conocimientos
subliminales que manipulan, dirigen y controlan el
comportamiento humano. Todo el tema de la subliminalidad
humana es desconocido, aun cuando est� omnipresente en
el medio del comportamiento.
Adem�s,
"Seducci�n subliminal" no pretende decirle al
lector lo que deber�a ver o leer en los est�mulos
verbales y gr�ficos. Est� relacionado s�lo con el
contenido planteado por los medios de comunicaci�n y de
lo que se supone que los lectores o p�blico no deber�an
enterarse, por lo menos en nivel consciente.
Para Bryan Key,
el uso de t�cnicas subliminales tiene una justificaci�n:
el alto coste de las inserciones publicitarias.
Seg�n �l, tras pagar semejantes cantidades de dinero
en una p�gina de cualquiera de las grandes revistas
norteamericanas, un anunciante no puede permitirse el
lujo de que su anuncio pase desapercibido. En s�lo un
segundo (si el lector dedica m�s tiempo a visionarlo
ser� un �xito rotundo), hemos de grabar en la mente
del receptor nuestro mensaje con su argumento de venta.
"En la
edici�n de la revista Time del 5 de julio de 1.971,
en la contraportada, apareci� un anuncio de la
ginebra Gilbey's London Dry. Este es un dise�o cl�sico
del arte subliminal (ver figura 1). Suponiendo que el
anuncio hubiera aparecido en la edici�n mundial del
Time, la contraportada bien pudo haber costado 68.450
d�lares, m�s otros 7.000 por conceptos de arte y
producci�n, los que dan un total de aproximadamente
75.000. Este anuncio podr�a haber comprendido a 24,2
millones de lectores, con un resultado en ventas de 20
a 1, o sea, 1,5 millones de lectores, con un resultado
en ventas de 20 a 1, o sea, 1,5 millones de d�lares,
lo cual ser�a suficiente ginebra como para que
pudiera flotar en ella el conocido acorazado de
guerra, o al menos un peque�o destructor".
Recordamos la
fotograf�a ya comentada, la presencia de las letras que
configuran la palabra SEXO. Bryan Key nos dice:
"Usted
acaba de percibir conscientemente su primer SEXO
subliminal. Habr� muchos m�s. En norteam�rica,
usted no puede coger un peri�dico, revista, bolet�n,
o�r radio, o ver televisi�n sin ser asaltado
subliminalmente por equivalentes a los de los cubos de
hielo. Aunque siga sin creerlo, estos SEXOS
subliminales son actualmente una parte integral de la
vida norteamericana moderna, aunque muchas personas no
los hayan visto a nivel consciente."
"De este
modo, debe considerar, en nivel inconsciente, que vio
instant�neamente en los cubos de hielo la palabra
SEXO. La dimensi�n invisible del significado del
anuncio de Gilbey's no est� oculto en la cubierta del
Time. Ese SEXO est� a disposici�n de todos, los 24,2
millones de lectores semanales del Time, hombres,
mujeres y ni�os. Los lectores vuelven invisibles
estas ilusiones para el pensamiento consciente por
medio de un dispositivo psicol�gico al que los psic�logos
han llamado represi�n, y que constituye una de las
defensas de la percepci�n."
"Recuerde
que este libro no le est� diciendo lo que deber�a
ver o lo que significa este anuncio; s�lo se interesa
por la percepci�n delos fen�menos que se supone que
usted ni ve ni est� relacionado conscientemente con
su significado. Estos son est�mulos subliminales que
han sido utilizados de modo regular por los medios de
comunicaci�n norteamericanos durante m�s de
veinticinco a�os sin que nadie supiera lo que estaba
pasando."
A pesar de lo
sorprendente que pueda parecer la inserci�n de la
palabra SEX, todav�a hay algo m�s, mucho m�s fuerte,
y el argumento central de la propuesta subliminal de
Gilbey's. Bryan Key nos lo revela:
"Pero
todav�a hay mucho m�s sobre el anuncio de Gilbey's.
Aun a riesgo de abusar de la credibilidad del lector.
El tap�n es bastante convencional, fue quitado por el
artista con el fin de dar la idea de que la ginebra
Gilbey's est� simb�licamente abierta, y disponible
para el lector. Sin embargo, el reflejo del tap�n
adquiere dimensiones poco usuales al reflejarse en la
superficie espejada de la mesa. Mediante otro leve
esfuerzo de la imaginaci�n, los reflejos de la
botella y del tap�n pueden ser interpretados como las
piernas de un hombre, cuyos genitales est�n
parcialmente erectos. En este punto, deber�a hacer
algunas aspiraciones profundas para relajarse; todav�a
hay m�s. Los subliminales son muy dif�ciles de
percibirse conscientemente si se est� lo m�s m�nimamente
tenso o receloso. El hielo derretido en el tap�n podr�a
simbolizar l�quido seminal, origen de toda vida
humana. El color verde sugiere paz y tranquilidad
despu�s de que las tensiones han sido descargadas.
Por tanto, la escena se desarrolla despu�s del
orgasmo, no antes. Esta interpretaci�n est�
reforzada por el pene a medias erecto. Por supuesto,
el hielo derretido de la botella tambi�n podr�a ser
l�quido seminal. �Quien pudo haber imaginado que
Gilbey's tuviera tanto que ofrecer a 24,2 millones de
lectores?"
"Ahora,
si usted es curioso y tolerante, deber�a observar
entre el reflejo del vaso y de la botella. La abertura
vertical entre el reflejo tiene sombras muy marcadas a
ambos lados, los cuales podr�an ser interpretadas
como labios, como labios vaginales, claro est�. En la
parte superior de la abertura hay una gota de agua que
podr�a representar el cl�toris."
"Si la
escena fuera usada en una historia, esta vagina a�n
abierta ser�a el lugar en el que acaba de estar el
pene ya vac�o. La escarcha seminal que est� por toda
la botella podr�a sugerir a la parte primitiva del
cerebro humano, la parte que algunos psic�logos
llaman inconsciente, que acaba de pasar el coitus
interruptus, o como sugiere el texto del anuncio:
"�Y mantenga su tensi�n seca!"
Muy fuerte, �verdad?.
Confieso que a m� tambi�n me choc� esta declaraci�n
al leer por primera vez el anuncio. Pero ahora, despu�s
de seguir investigando y buscando ejemplos similares en
la publicidad espa�ola, me doy cuenta que Bryan Key no
es ning�n mani�tico (cosa que se le habr� pasado a
alguien por la cabeza. Seguro).
Se examin� a m�s
de mil sujetos sobre el anuncio e Gilbey's. Sesenta y
dos por ciento de estos hombres y mujeres inform� haber
sentido est�mulos sexuales o excitaci�n. Los hombres
se resistieron un poco m�s que las mujeres a dar una
respuesta consciente sobre el contenido del anuncio. Sin
embargo, ninguno de los hombres o mujeres examinados
estaba prevenido de modo consciente del contenido
subliminal, y ninguno descubri� el secreto hasta que se
les explic� despu�s de que se registraron sus
respuestas. El anuncio parecer�a haber sido dise�ado
expresamente para que llegara a los hombres y mujeres a
trav�s de mecanismos de percepci�n inconscientes.
El modus
operandi del anuncio es vender la ginebra Gilbey's a
trav�s de un llamado de atenci�n hecho al subliminal
mediante tendencias morbosas o exhibicionistas
existentes en un nivel inconsciente de la mente de los
lectores del Time. La org�a de Gilbey's tambi�n ha
aparecido en las portadas de otras publicaciones de
Estados Unidos.
Lo perturbador
sobre todo esto es que el anuncio de Gilbey's no es un
ejemplo aislado de la manipulaci�n subliminal a trav�s
de la pornograf�a: los medios de comunicaci�n
norteamericanos est�n saturados de enga�os similares,
muchos de �sos son mucho m�s objetables moralmente que
el anuncio de Gilbey's. Despu�s de todo, la publicidad
norteamericana es un negocio de veinte mil millones de d�lares
anuales. En Canad� se gastan otros mil millones.
Actualmente una enorme parte de estos gastos se dedica a
la investigaci�n, desarrollo y aplicaci�n de los est�mulos
subliminales mediante ventas muy elevadas y
posibilidades de manipulaci�n.
Por supuesto,
hay serias complicaciones morales en el uso de t�cnicas
subliminales, como la utilizada en la comunicaci�n
masiva. El derecho de un individuo para discernir, aun
cuando se trate de escoger la marca de una ginebra,
basado en sus propias determinaciones conscientes o
voluntad propia, es una herencia b�sica en el concepto
de todos los pensamientos democr�ticos.
M�s aun, la
invasi�n de la intimidad de una persona, no hay nada m�s
privado que el pensamiento inconsciente, es considerada
tambi�n derecho humano fundamental en la sociedad
occidental. Los norteamericanos son los que deben
analizar esta pregunta de manera m�s cuidadosa, �podr�a
tener alguien derecho de explotar cruelmente los deseos,
necesidades, miedos y ansiedades que trabajan de modo
incontrolable dentro de todo ser humano?

|