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LENGUAJE DENTRO DE UN LENGUAJE
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Los lenguajes subliminales no se ense�an en las escuelas: la base
de la eficacia de los medios de comunicaci�n modernos es un
lenguaje dentro de un lenguaje, que nos comunica a cada uno de
nosotros a un nivel inferior de nuestro conocimiento consciente, que
llega al mecanismo desconocido
de la inconsciencia humana. Este es un lenguaje basado en la
capacidad humana de recibir informaci�n subliminal, subconsciente o
inconscientemente. Este lenguaje ha producido de manera verdadera
la
base de ganancia de los medios de comunicaci�n masiva
norteamericanos. Es pr�cticamente imposible coger un peri�dico, o
una revista, poner a funcionar la radio o la televisi�n, leer un
bolet�n de promociones o un list�n telef�nico, o ir de compras a
un supermercado, sin que un artista, fot�grafo, escritor, o t�cnico
muy inteligente manipule de manera intencionada nuestro
subconsciente.
La cultura norteamericana
puede ser descrita como una sala de masajes subliminales de
autoservicio, enorme y magn�fica.
La percepci�n subliminal
no es fen�meno nuevo. La existencia de la inconsciencia humana ha
sido documentada a trav�s de muchos siglos por compositores,
artistas, poetas, fil�sofos y cient�ficos. Actualmente hay una
tendencia intelectual, sobre todo en Estados Unidos, que insiste en
que no hay nada significante a menos de que pueda ser cuantificado y
programado de modo consciente en un ordenador. Los conocimientos
creativos y otros discernimientos a dimensiones subliminales del
lenguaje y del comportamiento humano son descartados a menudo por
consider�rselos un romanticismo sin importancia. Con frecuencia se
confunden las medidas con la cuantificaci�n. Yo cuantifico, luego
existo, lee la investigaci�n de la ciencia social moderna.
Por otro lado, la l�gica
intuitiva o interior parece basarse en una percepci�n impl�cita a
un nivel que no puede ser definido como pensamiento consciente. Si
las conclusiones anteriores existen, son alcanzadas por un
conocimiento consciente limitado del proceso por el que se obtuvo la
conclusi�n. Con frecuencia, dichas conclusiones son descritas
despectivamente como intuiciones o conjeturas.
Muchos de los
descubrimientos m�s importantes se han derivado de la l�gica
anterior, inconsciente o intuitiva, incluyendo el descubrimiento de
las ecuaciones de la relatividad de Albert Einstein, si es que
podemos aceptar su testimonio autobiogr�fico sobre c�mo se
desarroll� el concepto.
La mayor parte, si no es el
todo, del pensamiento humano opera mediante esta extra�a rusticidad
de la mente inconsciente. En apariencia el inconsciente no percibe
las cosas simplemente, sino que de alguna manera capta el
significado de las cosas. Durante mucho tiempo se ha cre�do que los
procesos del pensamiento inconsciente constituyen la fuente de la
capacidad creadora del hombre, quiz� la fuente de la capacidad
creadora del hombre, quiz� la fuente de todas sus innovaciones. El
compositor Richard Wagner explic� que la mitolog�a, el folklore y
la m�sica, y en especial esta �ltima, constituyen el inconciente
del narrador, del compositor o del m�sico que habla al inconsciente
p�blico, la sociedad o la cultura.
Varios te�ricos creen que las intuiciones y todo el proceso
creativo podr�an agruparse junto a los sue�os y la percepci�n
subliminal como conocimientos internos prel�gicos, ya que se oponen
a los procesos l�gicos de la raz�n a trav�s de los cuales los
seres humanos racionalizan sus acciones.
Bryan Key dice en su libro:
"Punto uno: este
estudio parte de la premisa de que existe algo en el cerebro
humano y en el sistema nervioso (mecanismo cuya descripci�n es
incierta) que responde a las etiquetas del inconsciente o
subconsciente. Puede demostrarse emp�ricamente y sin lugar a
dudas que esta maquinaria existe como un aspecto vital del
comportamiento humano en todas sus manifestaciones.
Punto dos: C�mo trabaja
esta m�quina (subconsciente o inconsciente, o lo que sea) es
desconocido. Lo m�s que han hecho la ciencia, la filosof�a y la
tecnolog�a es concebir teor�as sobre c�mo funciona esta parte
subliminal del cerebro. En realidad no llegamos a comprender c�mo
funciona el cerebro -en t�rminos de operaciones bioneuroqu�micas-,
interrelaciones y circuito real."
Sin embargo, las diversas teor�as
sobre el comportamiento individual y social son con frecuencia �tiles,
no necesariamente verdaderas o falsas, s�lo �tiles.
La mayor parte del progreso
intelectual y la comprensi�n de los fen�menos complejos pierden
validez una vez que la mente se enga�a a s� misma creyendo que ha
descubierto el Santo Grial o una verdad eterna. Cualquier an�lisis
significante de la realidad debe considerar a todas estas llamadas
verdades como simples recursos tentativos.
Por tanto, este escritor no
puede asegurarse de si varias teor�as, como la del simbolismo
arquet�pico del Carl Jung, o la del valor del sue�o de Freud, o la
del significado de la forma de Gestalt enunciada por Arnheim, o la
del complejo de inferioridad de Adler, son correctas o err�neas.
Bien pueden ser tanto lo uno como lo otro. La defensa o el rechazo
de la teor�a se dejar� a otros escritores que investigan y se
preocupan por nuevas s�ntesis te�ricas.
En este libro se utilizar�n
las teor�as como una fuente en la cual pueden explorarse los fen�menos
subliminales, ya que los fen�menos de la percepci�n subliminal s�lo
pueden ser tratados en t�rminos de suposiciones te�ricas. Muchos
de estos fen�menos no pueden ser considerados explicados o hasta
discutidos sin referirnos a la teor�a como a un instrumento con el
cual probar lo desconocido.
Cualquier lector
especializado, como ser�a un artista interesado en plasmar en una
pintura los est�mulos subliminales, podr�a beneficiarse con los an�lisis
m�s precisos de las abundantes teor�as, digamos, sobre c�mo
funciona el ojo humano; nadie est� completamente seguro de c�mo
trabaja un ojo. La teor�a es en esencia importante para entender un
mundo muy complejo de ilusiones y realidades en el que seguimos
subsistiendo. En realidad, durante la �ltima mitad del siglo, las
ciencias sociales han hecho muy poco para obtener un conocimiento
evidente, firme o verdadero. Muchas de las ciencias sociales de
nuestros d�as podr�an ser descritas como antisociales o no cient�ficas.
Eso es suficiente en cuanto a esta teor�a de teor�as. Por tanto,
este libro tiene un objetivo limitado, simplemente establecer y
demostrar la existencia de la recepci�n subliminal dentro del
cuerpo humano y el uso de las t�cnicas subliminales en los medios
de comunicaci�n, que atacan nuestros sentidos durante muchas horas
al d�a. Este ataque proveniente de los medios de comunicaci�n
tiene habilidad espec�fica para manejar, controlar y manipular el
comportamiento humano a favor de una econom�a nacional de varios
miles de millones de d�lares.
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