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Cuando en una reuni�n profesional o en una charla
informal comento a mis contertulios que soy
publicitario, autom�ticamente �stos me perciben
como una persona muy "creativa". Los
publicitarios hemos conseguido aparecer modernamente
como los "creativos" por excelencia. Ni
las esculturas, ni los cuadros, ni otros logros
humanos son "creativos"; s�lo lo son los
anuncios. El t�rmino se sustantiviza, de modo que
un "creativo" es un "hacedor" de
anuncios, sea bueno o malo, ingenioso o no.
Pero los anuncios no se hacen para ser analizados
por estudiantes de Bellas Artes. Un anuncio que
resulta espantoso para una persona refinada,
acostumbrada a moverse entre �lites, puede resultar
completamente eficaz. Por lo tanto, ese anuncio es
un anuncio excelente. Por ese motivo, cuando una
persona viene a mi agencia en busca de una
oportunidad, lo primero que le digo es: "H�blame
de los anuncios de detergentes". En este
contexto se sit�an estos denostados anuncios:
acusados, perseguidos, criticados e insultados, pero
con una comprobada eficacia.
No podemos hablar de creatividad publicitaria sin
tener en cuenta que �sta es parte de un proceso
llamado Publicidad, que es parte de las Pol�ticas
de Comunicaci�n de una empresa, que a su vez son un
componente de un instrumento que se denomina
Marketing Mix. Por lo tanto, la creatividad, o el
ingenio a la hora de comunicar un mensaje, no es m�s
que un instrumento m�s de los muchos y variados
existentes al servicio del marketing.
La conversaci�n sobre los anuncios de
detergentes a evolucionado, y nos encontramos
hablando del yogur "Danone". La calidad
est�tica es excelente. Su realizaci�n muy cuidada.
La inversi�n de los papeles, ni�os haciendo de
padres, padres haciendo de ni�os) es atractiva.
Pero, aparte de todo eso, el valor de la campa�a
est� en que responde, de manera original, a
las demandas planteadas por el marketing de la
empresa: la ampliaci�n del segmento de
consumidores, elevando la edad media del devorador
de yogur.
Por lo tanto, en la elaboraci�n de un mensaje
publicitario, no s�lo hay que tener en cuenta el
contenido est�tico-original del mensaje. El
creativo jam�s a de olvidar que se trata de una
pieza m�s de un engranaje que contribuye al
perfecto funcionamiento de una m�quina: la
publicidad es una actividad de comunicaci�n al
servicio de una estrategia de marketing. Ya no
podemos concebirla como una funci�n aut�noma.
Una vez realizada esta aclaraci�n, surge una
pregunta inevitable: �Existe una gu�a para crear
anuncios?. En principio, naturalmente que no. Un
anuncio no es como un pastel de arroz: aqu� no hay
recetas que valgan. Los anuncios son ocurrencias
geniales y no cabe establecer una estrategia
racional para crear anuncios. Pero, evidentemente,
resulta imprescindible contar con unos conocimientos
determinados, para ponerse delante de un folio en
blanco. El camino hacia el anuncio es largo, y el
caminante ha de conocer unas normas infranqueables:
ese anuncio persigue un objetivo, y hemos de
persuadir al receptor de las ventajas, beneficios,
utilidades y servicios de la operaci�n propuesta.
Con este documento, no persigo el objetivo de
"crear creativos". Ense�ar a alguien a
ser "creativo" ser�a tan ilusorio como
crear una Escuela de Genios o un Instituto para la
Formaci�n de Chistosos. Yo no puedo ense�ar a
alguien a ser gracioso. Le puedo dar unas pautas,
unas normas, etc. Pero que con dos palabras y un
gesto provoque carcajadas ante un grupo de personas,
ni yo, ni nadie, lo puede conseguir. Pero en ese
Instituto podemos ense�ar a la gente a identificar
cuando un chiste es gracioso, y por qu�, y cuando
no lo es.
Para ser creativo hay que nacer con unas
determinadas cualidades. Posteriormente hay que
adquirir unos determinados conocimientos de
publicidad, marketing, dise�o.... Y, como dice
Joaqu�n Lorente, hay que trabajar. Trabajar
pensando. Un creativo no puede dejar de pensar, de
la misma forma que los atletas no cesan de preparar
sus m�sculos, incluso en los per�odos
vacacionales. Pero no se puede ense�ar a la gente a
ser creativos. Lo que s� podemos hacer (y este es
el objetivo que perseguimos) es dar a las personas
unas pautas para que determinen si un anuncio es
bueno o no, sin tener que recurrir �nicamente a un
an�lisis ingenuo basado en los contenidos
narrrativo-est�ticos (planos, iluminaci�n,
actores, decorados, gui�n). Y nada mejor que
recurrir a la opini�n personal de un gran
creativo como es M.Molin�, para poder llegar
descubrir algo m�s sobre los entresijos de la
creatividad publicitaria.

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