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A. INTRODUCCI�N
Pocos individuos se mantienen tanto en la memoria del pueblo
norteamericano como el actor John Wayne. Y es que, m�s all� de sus
condiciones actorales, los personajes de ficci�n que interpret�,
con su porte, coraje y determinaci�n tan particulares, se
convirtieron, en forma consciente o no, en un s�mbolo y gu�a para
generaciones de estadounidenses.
Casi todos los pa�ses cuentan con figuras que revelan las caracter�sticas
esenciales de su gente. Al servir de referencia para destacar sus
diferencias, por lo tanto, las mismas pueden ayudar en el estudio
del comportamiento de las partes en negociaciones
interculturales.
El proceso l�gico a seguir en dicho estudio deber�a a mi criterio
seguir las siguientes pautas:
1) el proceso de negociaci�n en s�, y la importancia que el
entorno cultural de la otra parte adquiere en el mismo,
2) las diferencias hist�ricas y sociales que influyen en esa
cultura;
3) la identificaci�n de las principales diferencias culturales,
y
4) c�mo utilizar esa informaci�n para mejorar los resultados de
una negociaci�n.
Mi intenci�n, como lo sugiere el t�tulo, es describir a John
Wayne. Queda en el lector la tarea de contrastarlo con su personaje
de elecci�n.
B. EL PROCESO DE NEGOCIACI�N
Deteng�monos un minuto en la t�pica negociaci�n entre
representantes de una empresa estadounidense y sus pares
latinoamericanos.
�Cu�nto tiempo invierte cada una de las partes en reflexionar
sobre el proceso de negociaci�n? �Qu� aspectos son pasados por
alto?
Durante una negociaci�n, cada participante deber�a focalizar su
atenci�n en los siguientes puntos:
1. �Qu� estoy haciendo y diciendo?
2. �C�mo est� interpretando la otra persona lo que estoy haciendo
y diciendo?
3. �Qu� es lo que la otra persona est� haciendo y diciendo?
4. �C�mo debo interpretar lo que la otra persona est� haciendo y
diciendo?
Examinemos el tercer y cuarto aspecto. La �nica forma de apreciar
el impacto del entorno cultural en el estilo de negociaci�n es
entendiendo e interpretando efectivamente lo que la otra parte est�
haciendo y diciendo. Y solamente as� estaremos en condiciones de
negociar eficazmente.
�Qu� es la "cultura"? A los fines de este art�culo, el
t�rmino abarca las creencias, patrones de conducta, valores e
ideolog�as de una sociedad determinada. Puede definirse tambi�n
como la historia, lenguaje, costumbres, organizaci�n pol�tica,
religi�n y leyes de una comunidad.
Si queremos ser buenos negociadores, por lo tanto, debemos estudiar
esas �reas -como as� tambi�n otras como el arte, literatura o m�sica-
y, lo que es m�s importante, c�mo y cuando usar dichos
conocimientos. Es importante recordar, sin embargo, que el t�rmino
"cultura" define a un grupo, cuyas caracter�sticas podr�n
o no coincidir con las de los integrantes del subgrupo determinado
de donde proviene nuestra contraparte en la negociaci�n.
Es por ello que s�lo podemos hablar de aquellos aspectos
prevalecientes de una cultura, y de su influencia en la negociaci�n.
Esta advertencia adquiere especial relevancia en los Estados Unidos,
en donde a pesar de existir un comportamiento de alguna manera
verificable en la mayor�a de la poblaci�n existen notables
diferencias en las costumbres de individuos determinados, al estar
influidas por factores como la religi�n, raza, sexo o ubicaci�n
geogr�fica.
En consecuencia, no resulta aconsejable adoptar como regla, por
ejemplo, que el negociador estadounidense pensar� como lo har�a
John Wayne s�lo por provenir de los Estados Unidos, como tampoco lo
ser�a suponer que su contraparte responder� obedeciendo un patr�n
de conducta "latinoamericano" (si es que �ste existe) sin
antes apreciar las diferencias culturales entre los distintos pa�ses
de la regi�n, e incluso entre distintas ciudades de un mismo pa�s.
Mas a�n, debe tenerse en cuenta que muchas de las caracter�sticas
se�aladas en este art�culo son m�s propias del hombre
norteamericano, dato relevante si se considera el creciente
porcentaje de mujeres que ocupan cargos ejecutivos en la comunidad
de negocios y el gobierno.
C. PRUEBA PARA ENTENDER LAS DIFERENCIAS CULTURALES EN
NEGOCIACIONES CON ESTADOUNIDENSES
A esta altura del art�culo resulta �til que el lector
compruebe sus conocimientos o impresiones sobre determinados
aspectos de la cultura estadounidense.
A tal fin sugiero revisar el Anexo A, que incluye diez formas en que
aspectos culturales pueden influir en las negociaciones. El mismo ha
sido adaptado de un libro escrito por Jeswald Salacuse, decano y
profesor de derecho internacional de la Universidad de Tufts.
�C�mo creen que un estadounidense negociar�a en cada uno de esos
supuestos?
Por ejemplo, �cu�l es el objetivo que el negociador
desea conseguir? �Es �ste conseguir un contrato o, m�s all� de
eso, entablar una relaci�n entre las partes?
�Se interpreta la
negociaci�n como una situaci�n en la que las dos partes ganan, o s�lo
una de ellas?
�Tienen los estadounidenses un estilo formal o
informal de negociaci�n? �Se comunican en forma directa y frontal
o, por el contrario, debe analizarse el contexto de la negociaci�n
para determinar sus intenciones?
�Son sensibles al uso del tiempo?
(y particularmente, �puede considerarse la rapidez en las
negociaciones un asunto de gran o poca importancia para ellos?)
�Son
"emocionales" en su estilo de negociaci�n?
�Tratan de
conseguir un contrato redactado en l�neas generales o, por el
contrario, buscan que el mismo sea lo m�s detallado posible?
�Se
tiende a designar un "jefe" de negociaci�n o se act�a en
base al consenso del grupo?
Finalmente, �son propensos a tomar
riesgos, o bien buscan seguridad en las transacciones?
D. CIERTOS ASPECTOS CULTURALES PREVALECIENTES EN LOS ESTADOS
UNIDOS
Del ex�men de mi propio estilo de negociaci�n, el de mis
colegas estadounidenses y de trabajos de distinguidos acad�micos
como los profesores Salacuse y Ray Herberger, he desarrollado una
lista de expresiones verbales que, como manifestaciones de la
cultura norteamericana (con las restricciones que se�al�
anteriormente) pueden afectar las negociaciones con nacionales de
ese pa�s. Algunas de estas expresiones pueden resultar familiares
al lector, toda vez que resultan evidentes en el "cowboy"
muchas veces personificado por John Wayne en sus pel�culas.
Otras
quiz�s no tanto.
1. "Lo puedo hacer por mi cuenta"
El estadounidense ama la independencia, autonom�a y confianza
en s� mismo.
Quiz�s estas caracter�sticas han sido transmitidas
por sus antepasados. Estos primeros colonizadores, a partir de su
inicial establecimiento en el estado de New England, trataron de
romper lazos con su pa�s de origen, y si bien utilizaron
necesariamente elementos de esa cultura, les dieron su propia forma.
Al mismo tiempo, la inmensidad del nuevo territorio, con sus enormes
pero superables obst�culos, de alguna manera templ� el car�cter
de esa gente, que imbu�do desde un inicio de la llamada "�tica
protestante" (la cual, en esencia, promet�a la salvaci�n del
individuo que dedicaba su vida al trabajo duro y la vida frugal) sab�an
que si bien el �xito del pa�s depend�a de todos, su �xito
personal y mediato depend�a s�lo de ellos mismos.
Esta es una de
las caracter�sticas m�s salientes del norteamericano: su fuerte
individualismo, que no obstante no debe confundirse con el
aislamiento, ya que es generalmente una persona sociable y que
reconoce las ventajas del trabajo grupal. A pesar de que hoy en d�a
las condiciones de vida son evidentemente distintas a las de la �poca
de las colonias, generalmente act�an como si no lo fueran.
Los h�roes
del pueblo norteamericano son hombres y mujeres que han triunfado
por su propio esfuerzo contra los obst�culos m�s insuperables, un
poco como los personajes interpretados por John Wayne: uno contra
diez forajidos.
En sus empresas comerciales, los individuos desean y
necesitan destacarse de los dem�s a fin de triunfar. Y �sta es la
forma en que el estadounidense se aproxima a la negociaci�n: en
forma independiente, con un gran deseo de demostrar su �xito ante
los dem�s.
2. "Puedes llamarme John"
Como posiblemente el lector sospeche, el estadounidense evita la
formalidad y el protocolo. M�s a�n, trata de familiarizarse con
otras personas muy r�pidamente. Quiz� sus vestigios de
"cowboy" contin�an ejerciendo influencia. Estos �ltimos
sol�an referirse al pr�jimo -amigo o extra�o- como su
"socio".
Siguiendo este comportmiento, las m�s de las
veces el norteamericano se referir� a la otra persona por su nombre
de pila casi inmediatamente despu�s de haberla conocido. Este
comportamiento informal se trasluce tambi�n en el lenguaje, que
emplea expresiones de uso com�n con frecuencia (a�n en reuniones
de tinte comercial), en la organizaci�n de esas mismas reuniones,
en la forma de vestir -aspecto este �ltimo por el que son famosos
en gran parte del mundo- y hasta en la de comer. Como regla, el
lector no deber�a esperar que las negociaciones sigan una rutina
establecida.
3. "�Cu�l es el objeto?"
El lector podr� encontrarse con esa pregunta (o preguntas
similares) con bastante frecuencia. El norteamericano tiene
tendencia a querer conocer los resultados r�pidamente. Piensan
lineal y l�gicamente, y por consiguiente desean saber que es lo que
la otra parte quiere decir. Se impacientan si presienten que se est�
perdiendo mucho tiempo hablando de otros asuntos.
Los personajes de
John Wayne eran hombres de pocas palabras, por lo que sab�an c�mo
hacer para que cada una de ellas contara. Por ejemplo, si se est�
discutiendo acerca de una cl�usula contractual, o un juicio, tienen
la tendencia de querer conocer los hechos y el derecho relevantes, y
nada m�s.
4. "Pondr� mis cartas sobre la mesa"
El norteamericano cree que las negociaciones deber�an
idealmente fundarse en la confianza mutua. A fin de llegar a un buen
resultado, cada persona deber�a compartir informaci�n libremente,
no esconderla.
La palabra clave en este contexto es
"transparencia". Recordar� el lector que John Wayne
siempre llevaba sus rev�lveres colgados de sus pantalones. Por
supuesto, no estoy sugiriendo ofrecerle a la otra parte toda la
informaci�n relevante a nuestra posici�n. La idea es utilizar la
informaci�n como una herramienta para mejorar el resultado de la
negociaci�n.
5. "No te quedes sentado, �d� algo!"
Notar� el lector que mucha gente en los Estados Unidos se
siente inc�moda ante el silencio. Es que simplemente no les gusta
que otra persona se quede mir�ndolos sin decir palabra. Necesitan
saber que est�n siendo comprendidos y resultando convincentes. Si
reciben el silencio como respuesta comenzar�n a preguntarse si no
han sido comprendidos correctamente.
Por a�adidura, estos silencios
prolongan las negociaciones, que como vimos es otro aspecto no
deseado.
6. "No tomar� un no como respuesta"
Otra de las caracter�sticas de los estadounidenses, como
elegantemente suelen se�alar los extranjeros, es su
"persistencia". No les gusta que las negociaciones
fracasen, se extiendan innecesariamente, o peor a�n, resulten en un
"no" o un "quiz�s".
Cuando dicen "no"
realmente lo piensan, pero la mayor parte de las veces, por
supuesto, evitan llegar a ese extremo. Esto contrasta con el estilo
de negociaci�n imperante en determinados pa�ses latinoamericanos,
con una tendencia a decir "s�" cuando en realidad se est�
pensando en un "no" o un "quiz�s". Si estos dos
estilos se enfrentan, por lo tanto, existe el riesgo de que ocurran
malentendidos, siempre que la respuesta afirmativa del negociador
latinoamericano sea interpretada absoluta e inequ�vocamente como un
"s�".
7. "La pelota se detiene aqu�" (The buck
stops here)
Esta expresi�n, cuya traducci�n al espa�ol no puede ser
menos que inexacta, adornaba el escritorio del ex presidente Harry
Truman, y b�sicamente significa que la persona que la pronuncia
tiene autoridad para negociar. Este aspecto es muy importante para
el norteamericano.
Muchas veces esta autoridad residir� en los
niveles medios de la gerencia de una empresa, aunque en los negocios
m�s relevantes la "pelota" (esto es, la responsabilidad)
generalmente se detendr� solamente en los niveles m�s altos de la
organizaci�n. En el primer caso el ejecutivo norteamericano al
frente de la negociaci�n se sentir� desorientado si su par
latinoamericano no cuenta con la misma autoridad.
La misma
desigualdad puede darse en el segundo caso, en aquellas situaciones
en las que el "CEO" de la empresa latinoamericana requiera
la ratificaci�n de los accionistas de la misma, aprobaci�n que no
es requerida con tanta frecuencia en los Estados Unidos.
8. "Un trato es un trato"
El estadounidense espera que los acuerdos sean cumplidos al pie
de la letra. A�n si una de las partes tiene un buen motivo para
requerir un cambio, normalmente requieren que se sigan
escrupulosamente los t�rminos del contrato. Por otro lado, son poco
proclives a mantenerse en una situaci�n que consideren poco justa
(a�n mediando un contrato) por lo que es de esperar una actitud
activa en lo que consideren la defensa de sus derechos.
9. "Lo que ves es lo que recibes"
Se ponen muy orgullosos cuando pueden prestar buenos productos y
servicios en forma regular. Es por ello que desean que el cliente
pueda ver esa calidad. En este sentido, al redactar un
contrato desean especificar claramente cuales son los derechos y
obligaciones de las partes. Si "un trato es un trato" y
"lo que ves es lo que recibes" (sumado a otros motivos de
tipo netamente legal) es de esperar como resultado que los contratos
tengan una extensi�n considerable, al tratar minuciosamente de
cubrir todas las situaciones posibles.
10. "Todos los hombres han sido creados iguales"
Esta frase, plasmada en la declaraci�n de la independencia, en
verdad no es patrimonio exclusivo de los Estados Unidos, encontr�ndose
entre otros lugares y con algunas variaciones en las constituciones
de algunos pa�ses latinoamericanos. Sin embargo, quiz� una
caracter�stica propia de ese pa�s sea que la frase es utilizada
para referirse principalmente a la igualdad de oportunidades, esto
es, que cada cual tiene derecho a triunfar o fracasar en la vida s�lo
en funci�n de sus propios m�ritos.
Por otro lado, aquel que perdi�
acepta esa circunstancia, sabiendo que tendr� una oportunidad de
recuperarse, y en alg�n momento ganar. En los negocios este
principio se refleja en que la parte estadounidense tendr�
expectativas de ser compensada en funci�n de su buen desempe�o, y
soportar las consecuencias de un desempe�o mediocre.
11. "Soy un ganador"
Los norteamericanos aman ganar en todo lo que hacen,
considerando como "ganador" a aqu�l que se destaca del
resto, anota m�s goles, lidera el equipo. A tal fin, el individuo
se concentra en alcanzar resultados espec�ficos establecidos de
antemano como metas, y luego compara su desempe�o frente a esos par�metros
para determinar si "gan�".
Hist�ricamente, los Estados
Unidos han sido considerados -por nacionales y extranjeros por
igual- como el "pa�s de las oportunidades". Y es que, al
menos en el plano econ�mico, el clima fue propicio para que
personas con agallas tuvieran cierta confianza en triunfar en sus
empresas personales, como lo demuestran innumerables ejemplos (y
peri�dicamente se encarga de reafirmarlo la industria f�lmica).
12. "El pescado era as� de grande".
No hace falta conocer a un norteamericano por mucho tiempo para
darse cuenta de que existe una tendencia a la exageraci�n al
referirse a cuestiones locales, producto de un quiz� exacerbado
nacionalismo. En las negociaciones, es aconsejable que la
contraparte sepa diferenciar esas afirmaciones de la realidad,
concentr�ndose s�lo en aquellos datos que sean verificables.
13. "�Fuera de mi camino! Aqu� vengo yo"
No es poco com�n encontrarse en los Estados Unidos con
profesionales (especialmente abogados) agresivos y de pocos modales,
que buscan permanentemente la confrontaci�n y har�n casi cualquier
cosa por ganar. No en vano la opini�n p�blica acerca de su �tica
profesional es tan baja.
Si bien estos son casos extremos (y se
encuentran en su mayor�a en ciudades m�s o menos definidas)
entiendo que en general algunas de esas caracter�sticas son m�s
predominantes en los Estados Unidos que en otros pa�ses.
14. "�Adelante!"
Los norteamericanos tienden a tomar riesgos, particularmente si
las potenciales ganancias pueden ser grandes. El h�roe interpretado
por John Wayne siempre estaba dispuesto a arriesgarse, a probar algo
nuevo. Si triunfa, se aplaude su osad�a; si fracasa, admiramos su
coraje.
Esta tendencia se da en forma opuesta en algunos pa�ses
latinoamericanos, a pesar de operarse algunas veces en situaciones
de incertidumbre de tipo econ�mica o pol�tica. Un amigo mexicano
ensay� como explicaci�n de esta situaci�n el hecho de que,
mientras en los Estados Unidos la persona de clase media que pierde
su fortuna afecta solamente a s� mismo y su familia directa, en M�xico
su debacle financiera puede afectar a una generaci�n entera de
miembros de la familia que han planificado sus futuros dependiendo
de la empresa y/o fortuna familiar.
E. EFECTOS DEL ENTORNO CULTURAL EN LAS NEGOCIACIONES
Regresemos ahora al ex�men propuesto en el Anexo A.
�Cu�les
son las respuestas correctas?
En mi opini�n, el estilo negociador
en los Estados Unidos es casi siempre opuesto al que se verifica en
varios pa�ses latinoamericanos.
El objetivo principal de la
negociaci�n es culminar en un contrato, como documento que plasma
los puntos acordados por las partes. Establecer una relaci�n
comercial y/o personal entre las partes no figura en la agenda de
prioridades, m�s all� que �sta surja de la interacci�n de las
partes como consecuencia del contrato.
La actitud negociadora
concibe generalmente un ganador y un perdedor, y no un resultado en
donde las dos partes salgan ganando; lo curioso es que esta actitud
persiste a�n cuando la otra parte piense lo mismo, u objetivamente
el contrato reporte beneficios similares a ambas partes.
El estilo
personal es informal, frente al mayor formalismo encontrado en los
dem�s pa�ses. La forma de comunicaci�n tiende a ser directa, por
lo que el negociador norteamericano destina gran parte de su tiempo
a interpretar lo impl�cito de la conversaci�n al negociar
con sus pares latinos.
Tambi�n son m�s sensibles al transcurso del
tiempo, y est�n constantemente fijando plazos para las distintas
etapas de un proyecto, aunque hay que reconocer que este factor
tambi�n presenta grandes variaciones entre los diversos pa�ses
latinoamericanos, o mismo entre distintas ciudades de un mismo pa�s.
El emocionalismo del negociador es bajo internamente, aunque se
manifieste con m�s vehemencia hacia afuera.
Los contratos tienden a
ser exhaustivos, pretendi�ndose abarcar la mayor cantidad de
situaciones posibles en vez de sentar principios generales que sean
completados con las leyes y demas fuentes de derecho aplicables
(quiz� esta diferencia provenga de caracter�sticas propias de los
sistemas basados en el common law frente a aquellos derivados
del derecho romano).
Aunque al igual que en los pa�ses
latinoamericanos es probable que designen a un jefe de la negociaci�n,
quiz�s este �ltimo no requiera tanto del consenso del grupo en la
toma de decisiones.Recuerden la frase, "La pelota se detiene
aqu�".
Finalmente, entiendo que en l�neas generales los
norteamericanos son m�s arriesgados en sus decisiones comerciales:
de haber alguna posibilidad de �xito se escuchar� con m�s
frecuencia decir "adelante" que "cuidado".
Teniendo en consideraci�n estas diferencias, he listado en el Anexo
B doce reglas que pueden resultar �tiles para optimizar los
resultados de las negociaciones con estadounidenses.
En primer
lugar, mostrar confianza en el proyecto. Recuerden que admiran a las
personas que saben lo que quieren.
Segundo, traten de sentirse c�modos
con su informalidad o ignorancia de las convenciones.
Tercero,
ignoren su "falta de tacto" al hablar. Ofendi�ndose solo
se distraer�n del objetivo principal. Recuerden que si bien los
norteamericanos no empiezan las negociaciones inmediatamente sino
luego de conocer a su interlocutor, ese inter�s se ci�e
generalmente a aspectos relacionados con el negocio del caso. Con un
poco de paciencia, es posible lograr el tipo de relaci�n deseada.
Cuarto, usen el silencio como herramienta de negociaci�n. El
mantenerse en silencio por un breve lapso de tiempo, exteriorizando
preocupaci�n o incertidumbre, puede conseguir concesiones
impensadas.
Quinto, clarifiquen los motivos por los que se
experimentar�n importantes retrasos. Conocemos el caso de una
empresa norteamericana que casi termin� las negociaciones al pensar
que su contraparte latinoamericana hab�a perdido inter�s; el
presidente de esta �ltima s�lo hab�a dicho que ten�a que ir a la
fiesta de cumplea�os de su hija.
Sexto, no dejen que los precipiten
en la toma de decisiones. Si, en cambio, act�an a un ritmo
uniforme, la parte estadounidense estar� satisfecha y ustedes menos
propensos a tomar decisiones de las que m�s tarde puedan
arrepentirse.
S�ptimo, demuestren independiencia y autonom�a, y
disminuyan la importancia de obtener posterior aprobaci�n de las
decisiones.
Octavo, sean consistentes. En la mente del negociador
norteamericano las negociaciones deben avanzar paso por paso hasta
llegar a su conclusi�n l�gica. En consecuencia, son mal vistos los
cambios de posici�n de �ltimo minuto.
Noveno, ignoren las
exageraciones y busquen solo resultados o informaci�n verificable.
D�cimo, conc�ntrense en los resultados que desean alcanzar, ya que
eso es lo que su contraparte estar� haciendo, y obviamente de esta
manera las posibilidades de llegar a un resultado satisfactorio ser�n
mayores.
Und�cimo, est�n dispuestos a intercambiar informaci�n, a�n
en caso de ocultar informaci�n vital para vuestra posicion. Al
actuar de este manera, estar�n demostrando vuestra buena fe y se
ganar�n la confianza de la otra parte.
Finalmente, hablen con la
persona encargada de tomar las decisiones, a cuyo fin es importante
asegurarse su identidad de antemano.
ANEXO A
INFLUENCIA DEL ENTORNO CULTURAL
EN LAS NEGOCIACIONES
1) Objetivo a conseguir por el negociador Contrato Relaci�n
2) Actitud ante la negociaci�n Ganador/Perdedor Todos ganan
3) Estilo personal Formal Informal
4) Comunicaci�n Directa Indirecta
5) Sensilibilidad al uso del tiempo Alta Baja
6) Emocionalidad Alta Baja
7) Tipo de acuerdo buscado General Espec�fico
8) Organizaci�n del equipo L�der Consenso
9) Propensi�n a la toma de riesgos Alta Baja
ANEXO B
REGLAS PARA MEJORAR
EL RESULTADO DE LAS NEGOCIACIONES
1) Mostrar confianza en el proyecto
2) Adaptarse a la informalidad
3) Ignorar la descortes�a
4) Utilizar el silencio como herramienta
5) Aclarar los motivos de las demoras
6) No permitir ser influido por la contraparte con relaci�n al
momento para tomar las decisiones
7) Demostrar independencia y autonom�a
8) Evidenciar un comportamiento consistente
9) Ignorar las exageraciones de la otra parte
10) Concentrarse en la meta a alcanzar
11) Intercambiar informaci�n
12) Identificar con anticipaci�n la persona encargada de la toma de
decisiones
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