Imag�nense
que se encuentran en una sala de guardia de un hospital,
frente a un
gran letrero que dice: �Los pacientes ser�n atendidos
por estricto orden de
llegada�. Ingresa un joven accidentado con leves
raspaduras en sus rodillas por
haberse ca�do de una motocicleta, y diez segundos despu�s un
caso grave de
infarto de miocardio. Siguiendo las indicaciones del letrero,
el m�dico de guardia
le da prioridad y atiende al joven, haciendo esperar al
infartado, solo por cumplir
con las instrucciones del letrero. Parece todo muy ins�lito
�no es cierto?
Sin embargo, �cu�ntas
veces en nuestros negocios prestamos atenci�n a las
�raspaduras de rodilla� y dejamos para m�s tarde
ocuparnos de los �infartos�?
,
s�lo por dedicarle m�s tiempo a lo f�cil, a lo m�s leve, a
lo m�s llevadero.
Y lo realmente importante y serio � en este caso ser�a el
�infarto� � lo
postergamos porque resolverlo nos resulta una tarea
fastidiosa, estresante
y a la cual hay que ponerle mucha atenci�n y energ�a. Es
decir, que con bastante
frecuencia priorizamos aquello que es placentero o atractivo
� o que nos resulta
menos trabajoso � posponiendo lo efectivamente
importante. Esa actitud la
adoptamos a menudo inconscientemente, por no detenernos unos
minutos a
analizar la importancia de cada situaci�n y otorgarle la
prioridad que cada caso
merece para el cumplimiento de nuestros objetivos.
Hay un
viejo chiste publicado alguna vez en el �Chicago Tribune�,
donde la
secretaria le lee al alto ejecutivo, a primera hora de la ma�ana,
la agenda con
los compromisos del d�a:
De
9 a
10 h: Pensar
y garabatear papeles
De
10 a
11 h: No
entran llamadas
De
11 a
12 h; Organizar
el escritorio
De
12 a
14 h: Almuerzo
De
14 a
15 h: Revolver
papeles
De
15 a
16 h: Cavilar,
meditar, pensar en el fin de semana
De
16 a
17 h: Mirar
el reloj
A las 17
h:
Irse a casa (�agotado de tanto trabajo, tal vez?)
Quiz� no sea exactamente lo que nos ocurre a nosotros, pero
es probable que
haya alguna similitud. Evaluaremos unas simples soluciones
para elaborar una
agenda efectiva. Si seguimos esa agenda, no tendremos que
esforzarnos
tremendamente al fin del mes, para poner al d�a las labores
postergadas.
Si
logramos mantener la homogeneidad de nuestra tarea registrada
en la agenda,
el esfuerzo ser� bien distribuido a lo largo de la semana y
del mes, y de tal forma
nos ahorraremos sufrir el estr�s de los apurones de los �ltimos
d�as. Y es sabido
que el estr�s producido por las urgencias, denominado �s�ndrome
de la falta
de tiempo�, es una de las formas m�s comunes de dilapidarlo.
Primero:
Hacer una lista por
escrito de todas las actividades semanales
relacionadas con nuestro negocio: capacitaciones a tomar,
llamadas telef�nicas,
reuniones con nuestro equipo, contactos con prospectos,
seguimiento de los
mismos, presentaci�n de productos y del plan de negocios,
visitas de posventa.
Segundo:
Realizada la lista
anterior, analizar dichas actividades programadas,
separ�ndolas en diferentes columnas seg�n la importancia y
prioridad asignada,
de la siguiente manera:
An�lisis de la
importancia:
-
Muy importante: deben realizarse sin falta
-
Importantes: deber�an hacerse
-
No tan importantes: son �tiles pero no imprescindibles
-
Sin importancia: pueden dejarse para m�s adelante
An�lisis de la urgencia:
-
Muy urgentes: deben hacerse ahora
-
Urgentes: deben hacerse pronto
-
No urgentes: pueden hacerse en el mediano plazo
-
El tiempo no es factor: pueden hacerse cuando
estemos menos exigidos de tiempo
An�lisis de la
delegaci�n de actividades:
-
Debo hacerlo yo
-
Puede delegarse en A: otro vendedor o distribuidor que est�
capacitado para la tarea.
-
Puede delegarse en B: actividad de poca responsabilidad para
alguna persona nueva en el negocio que necesite aprender.
-
Puede delegarse en C: tal vez alguna persona que est� detenida
por falta de motivaci�n y requiera un est�mulo.
An�lisis de
relaciones:
-
Personas con quienes debo comunicarme todos los d�as: integrantes
de mi equipo de ventas, coordinadores zonales, clientes que requieren
atenci�n, seguimiento a prospectos ya contactados anteriormente.
-
Personas con quienes debo contactarme frecuentemente: usuarios o
clientes que requieren servicios, prospectos a quienes present� el producto
o el plan de negocios y les dej� material informativo de seguimiento.
-
Personas con quienes debo comunicarme regularmente: entrenadores,
miembros de mi equipo que requieren ayuda t�cnica, miembros de mi
equipo que necesitan ser estimulados.�
Tercero:
Efectuada la lista
semanal de actividades y analizadas seg�n su
importancia, urgencia, factibilidad de delegar algunas tareas
y las frecuencias
de los contactos con las relaciones habituales, se facilitar�
la elaboraci�n de
una agenda homog�nea y eficaz. De all� a componer la agenda
mensual, hay tan
solo un paso.
Es
preciso tener cierto grado de flexibilidad en nuestras
agendas, dejando
peque�os espacios de tiempo libre entre una y otra tarea o
compromiso,
suficientes como para poder solventar cualquier imprevisto que
se presente.
Un transporte que llega a destiempo, un
prospecto que se atras� a una cita, un
taxi que no se consigue r�pidamente, una demora
cualquiera puede hacer que la
programaci�n horaria se �caiga� en catarata y nuestra
agenda se descalabre para
todo el resto del d�a.
Creo que es f�cil advertir que si hacemos una buena
programaci�n de cada semana,
y la trasladamos a la programaci�n mensual, toda nuestra
tarea se ver� enormemente
facilitada.
Recuerde
que el s�ndrome
de la falta de tiempo
que ya mencion� anteriormente,
es � a menudo � uno de los factores que mayor tiempo nos
hacer perder. Es la
angustia que genera el hecho de correr todo el d�a y llegar
siempre a destiempo,
dejando de cumplir el 50%
de las tareas previamente programadas.
Con
este sencillo m�todo podremos bajar sensiblemente nuestro
nivel de estr�s,
podremos cumplir nuestros objetivos con mayor eficacia y
seguramente
conseguiremos mejores resultados con menor esfuerzo y desgaste
in�til de
energ�as. Finalmente, disfrutaremos de un tiempo extra para
nosotros mismos:
recreaci�n, lectura, esparcimiento, deporte, amigos.
Adem�s
priorizaremos lo importante y cumpliremos con lo urgente,
siempre
enfocados y avanzando en el sentido de nuestros objetivos y
metas de negocios.
El
tiempo � no lo olvidemos � es la esencia de
la vida. Es
la materia prima de
nuestras existencias, y siempre tendr� una importancia
singular, cualquiera fuese
nuestra actividad. Veamos el siguiente ejercicio, muy conocido
pero no por ello
menos eficaz para valorar su significado:
-
Si quieres saber el valor de un mes, preg�ntaselo a una embarazada.
-
Si quieres saber el valor de una semana, preg�ntaselo a un productor
agropecuario que espera ansioso la lluvia, o se le pas� el tiempo de la
cosecha.
-
Si quieres saber el valor de un d�a, preg�ntaselo a un estudiante que
debe dar un examen.
-
Si quieres saber el valor de un minuto, preg�ntale a quien perdi� un vuelo.
-
Si quieres saber el valor de un segundo, preg�ntaselo a un corredor
de F�rmula 1.
-
Si quieres saber el valor de una d�cima de segundo, preg�ntaselo
a un atleta que en los juegos ol�mpicos gan� la medalla de plata.�
Y
en cuanto a los postergadores, a quienes obsesivamente dejan
todo para m�s adelante, no olviden que ma�ana
es el d�a m�s ocupado de la semana, a pesar de que no
conozco calendario alguno que contenga ese d�a: ma�ana.
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