Mover
"tortugas" cuesta m�s
Por Alan Silver
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Experto en distribuci�n y administraci�n de
inventarios, Alan Silver escribe para
publicaciones industriales y comerciales en Estados
Unidos. Lo que sigue es un
extracto de sus art�culos, publicados en The
Distribution Team Advisor
(ediciones julio/agosto y septiembre/octubre de 1999).
En este caso su an�lisis se enfoca a distribuidores
mayoristas de productos
de limpieza.
Si un mayorista aumenta sus precios en promedio un 10%
sobre un peque�o 5% del volumen de sus ventas, el
ingreso neto adicional es matem�ticamente predecible:
una ganancia de 0.5 por ciento en las ventas, siempre
y cuando no haya p�rdida de ventas ni aumento en los
costos de oficina por aplicar una pol�tica de aumento
de precios. Si su empresa vende $8 millones al a�o,
el ingreso adicional ser� de $40,000; $4 millones,
$20,000; $2 millones, $10,000; $1 mill�n, $5,000, y
as� sucesivamente. Estos son dividendos anuales, el
"premio" por elevar el precio en los
art�culos de lento movimiento.
Verifiqu� con 160 clientes, quienes hacen negocios de
m�s de $330 millones al a�o, y cada uno de ellos
piensa que la pol�tica de aumento de precios
mencionada anteriormente la puede implementar con
facilidad cualquier mayorista o distribuidor mediante
el uso de los sistemas m�s actualizados para
establecer precios de inventarios. Muchos mayoristas
lo han hecho durante largo tiempo. Sin embargo, cuando
no existe un sistema eficiente de compras basado en
inventarios, podr�an aumentar considerablemente los
costos de oficina, lo cual se "comer�a"
parte de los ahorros.
Candidatos para aumento de precios
Primero establezcamos el n�mero de art�culos de lento
movimiento en el almac�n tradicional de un mayorista.
Para esto utilizaremos los historiales de dos clientes,
pero el registro de ventas de cualquier mayorista
inevitablemente arrojar� resultados parecidos.
Caso 1 . Un gran mayorista con 600 clientes activos
vende $8 millones al a�o, almacena 15,000 art�culos y
su carga diaria en promedio es de 335 facturas, cada una
con 6 art�culos, o aproximadamente 2,000 renglones de
facturaci�n. Con unos 250 d�as h�biles por a�o, su
carga de trabajo anual es de 500,000 renglones de
facturaci�n. De este modo, en promedio, cada uno de los
15,000 art�culos se vende 33 veces en un a�o. Pasar�n
18 a�os antes de que el �ltimo de los 600 clientes
activos compre el art�culo promedio. La mayor�a de los
art�culos se vende s�lo de 6 a 18 veces por a�o, por
lo que se necesitar�n 50 a�os para que el �ltimo
cliente compre los art�culos de lento movimiento.
Caso 2 . Un mayorista m�s peque�o con 250
clientes activos vende $1 mill�n anualmente, tiene en
existencia 7,000 art�culos y su carga de trabajo diaria
en promedio es de 70 facturas, promediando cada una
menos de 4.5 art�culos o 300 renglones de facturaci�n.
En promedio, cada uno de los 7,000 art�culos se vende
menos de 12 veces al a�o, o menos de una vez al mes.
Transcurrir�n 30 a�os para que el �ltimo cliente
compre el art�culo promedio y casi los mismos 50 a�os
que tardar� el distribuidor grande en deshacerse de los
art�culos de lento movimiento.
Estos hechos son muy reveladores para cada uno de los
mayoristas con quienes hablan nuestros empleados
administrativos. A pesar de que no se necesitan
computadoras para calcular estas evidencias, los
informes computarizados las confirman. En la mayor�a
de las industrias, del 75 al 85 por ciento de los
art�culos menos activos almacenados tradicionalmente
representan del 15 al 20 por ciento de las ventas,
mientras que el 50 por ciento menos activo de �stos,
generalmente representan s�lo del 5 al 10 por ciento
de las ventas.
Porcentaje de inventario
La compra de estos art�culos en cantidades m�dicas
implica una inversi�n mucho mayor en inventario, en
proporci�n a su peque�o porcentaje del total de las
ventas. As� pues, del 75 al 85 por ciento de los
art�culos que representan del 15 al 25 por ciento de
las ventas puede, si se ordena con sensatez, constituir
hasta el 50 por ciento del inventario de un
distribuidor. Utilizando c�lculos semejantes, el 50 por
ciento de los art�culos que contribuyen solamente del 5
al 10 por ciento del total de las ventas y con rotaci�n
de 2 por a�o representan del 15 al 25 por ciento de la
inversi�n en inventario.
Consideremos tambi�n la situaci�n en t�rminos
monetarios: Un n�mero reducido de los art�culos m�s
activos puede requerir una inversi�n en inventario de
$50,000, pero venderse 10 veces, dando un total de por
lo menos $500,000 en ventas. Mientras tanto, el 50 por
ciento de sus art�culos menos activos puede acaparar
los mismos $50,000 de inversi�n en inventario, pero
producir solamente $100,000 en ventas. De este modo,
necesitar�a quintuplicar el precio en estos
art�culos de lento movimiento para producir la
utilidad bruta anual de los relativamente pocos
art�culos activos.
Queda claro que usted no est� enga�ando al cliente
si cobra en promedio 10 por ciento de aumento al
precio de los art�culos de baja rotaci�n para
aminorar de alg�n modo sus p�rdidas. De hecho, se
enga�a a s� mismo si no aumenta el precio de estos
art�culos de lento movimiento en cuanto le sea
factible.
Uso pr�ctico
Algunos mayoristas me comentan que durante a�os han
estado utilizando una pol�tica de aumento en los
precios de sus art�culos de lento movimiento. Por lo
general se aplica a tan pocos art�culos, que no afecta
el considerable ingreso adicional que se obtendr�a con
un m�todo sistem�tico.
Los c�lculos mencionados anteriormente sugieren que
es obligatorio aumentar los precios siempre que sea
posible. Tambi�n sugieren que es factible aumentar
precios sin sacrificar ventas, siempre y cuando la
empresa facture a la mayor�a de sus clientes en
precios netos, no a precios de lista menos descuento.
Por ejemplo, tomemos el total de nuestros clientes que
compran a precio m�s alto en vez de los clientes m�s
grandes, de mayor volumen. Un distribuidor puede
vender 2,000 fibras tama�o est�ndar para pisos. Este
producto de alta rotaci�n se vende a los clientes
m�s peque�os a un 25 por ciento menos del precio de
lista del proveedor.
Ahora, vamos a suponer que los mismos registros
muestran que una fibra para pisos menos popular se
vende s�lo 60 veces en un a�o, e implica alrededor
de 40 transacciones. Si usted tiene 400 clientes
activos, el cliente promedio comprar� este art�culo
una vez en 10 a�os. Son razonablemente remotas las
posibilidades de que un cliente le compre a usted la
fibra y en el mismo mes la adquiera con un competidor,
percat�ndose de que la suya es 10 por ciento m�s
cara. De hecho, es muy probable que ya pueda nombrar a
uno o dos de sus clientes m�s peque�os que sean lo
suficientemente caprichosos como para quejarse del
min�sculo cargo por un art�culo de
"previsi�n" como �ste. Y, como ya vimos,
existen miles de art�culos como �ste que el cliente
promedio comprar� s�lo cada 10, 20 � 50 a�os.
Lo m�s probable es que no pueda aumentar ni un
centavo a los art�culos est�ndar sin provocar quejas
airadas de sus clientes. Pero los art�culos de lento
movimiento, que son a los que nos referimos aqu�, no
son art�culos como el "az�car" de r�pido
movimiento que cada cliente se tome tiempo para
verificar, en los raros casos en que no sepa el precio
correcto aproximado. Pero si el "az�car" se
vende a una base neta de 25 por ciento de descuento
del precio de lista del proveedor, su art�culo de
baja rotaci�n puede venderse a esta clase de clientes
con un 15 por ciento de descuento, reflejando de esta
manera el 10 por ciento de aumento en el precio.
Hasta ahora hemos limitado nuestro an�lisis a
clientes m�s peque�os. Supongamos que un cliente de
alto volumen recibe 40 por ciento en vez del 25 por
ciento de descuento en la mayor�a de los art�culos.
Usted puede sentir el impulso de otorgarle el 40 por
ciento de descuento a la larga porque fue la
cotizaci�n que dio su vendedor y el cliente tiene un
departamento de contabilidad que verifica cada
art�culo en cada factura. En tales casos, reducir el
descuento de 40 a 30 por ciento probablemente no d�
resultado. Pero estos clientes son excepciones y sus
pedidos de alto volumen y rotaci�n de inventario
compensan el aumento de precio no realizado.
Ahora supongamos que usted tiene otro cliente,
tambi�n de alto volumen, a quien le otorga
condiciones de pago de 60 a 90 d�as; la rotaci�n de
sus cuentas por cobrar quiz�s tenga una frecuencia de
s�lo una tercera parte de la que se tiene con
clientes de alto volumen y pronto pago. Usted puede
elegir dar al cliente de pago lento 40 por ciento de
descuento solamente en los art�culos principales,
reduciendo al 30 por ciento en los art�culos de lento
movimiento. Como dicen Gilbert y Sullivan, "Que
el castigo corresponda con el crimen".
Establecimiento de precios y facturaci�n
Algunos distribuidores (y empresas en general) afirman
que los actuales sistemas automatizados para establecer
precios y facturaci�n hacen los ajustes por rengl�n no
s�lo dif�ciles, sino imposibles. Sin embargo, esta
queja es m�s a menudo una se�al de que se tienen
programas de computaci�n incorrectos o falta de
experiencia en el uso del sistema actual, ya que la
mayor�a de los programas de computaci�n de hoy ofrecen
mucha m�s flexibilidad de la que se imagina. El hecho
de tener un sistema global y estandarizado en la
industria tambi�n ayuda y, en realidad, gran parte de
los mayoristas utilizan programas de computaci�n para
el establecimiento de precios y facturaci�n totalmente
similares. Con esto en mente, analicemos algunos usos
pr�cticos del establecimiento de precios.
En nuestro sistema, un rengl�n de facturaci�n como
"c.1 especialidades" muestra casi 10 precios
netos distintos, cada uno basado en un descuento
diferente del precio de lista del proveedor a
intervalos de 5 por ciento. Una se�al en la parte
inferior de cada rengl�n (la nuestra est� ubicada en
el caj�n del K�rdex) muestra el descuento sobre el
cual se basa el precio comercial neto a clientes m�s
peque�os. En art�culos de lento movimiento, esta
medida hace f�cil indicar un precio m�s alto por
costumbre.
Una vez introducidas, las excepciones al descuento de
los clientes normales m�s peque�os aparece en la
tarjeta de los clientes m�s grandes y con mayores
descuentos. Estas tarjetas muestran por separado de 50
a 60 renglones de productos principales. Si s�lo un
descuento aparecen en un rengl�n, indica que el
cliente obtiene el descuento en todos los art�culos
de la l�nea de productos. Si aparecen dos, el m�s
bajo se aplica a los art�culos marcados para un
aumento de precio (por ejemplo, los que se mueven
despacio). �sta es una f�rmula que cualquiera que
est� relacionado con el establecimiento de precios de
inventario puede usar con facilidad.
En nuestro sistema tenemos la opci�n para facturar ya
sea a precio de lista y con descuento o a precio neto.
Como ya se mencion�, lo que se recomienda es el
precio neto, pero yo no aconsejo el uso de ning�n
programa tan inflexible que no permita (como una
excepci�n) facturar al precio de lista y con
descuento a los clientes que se oponen a los precios
netos, y que son relativamente pocos, pero por lo
general grandes. (Para la mayor�a de los clientes, es
simplemente cuesti�n de acostumbrarse a facturas en
precios netos). En dichas cuentas com�nmente grandes,
por lo general no se puede aplicar el aumento de
precio de todos modos, as� que nada pierde si factura
a precio de lista y con descuento.
Algunos distribuidores utilizan un servicio nacional
de establecimiento de precios. En tales casos, los
art�culos con mayor aumento configurado en un sistema
de establecimiento de precios de inventario, no
concordar�n con los precios en libros
"estereotipados." Pero si usted permite que
un servicio de establecimiento de precios lo despoje
de un ingreso por aumento de precios, podr�a pensar
que el costo anual del servicio es de $60, pero en
realidad, es de $10,060 o m�s, -$60 por el servicio
m�s $10,000 �por permitir que el servicio controle
su negocio!
Algunos de nuestros clientes consideran que no tienen
por qu� preocuparse de tales discrepancias en los
art�culos de lento movimiento. Otros elaboran
p�ginas maestras de cat�logos de precios para cada
l�nea de productos sin precio. Para un cambio de
precios, fotocopian las p�ginas maestras, agregan los
precios del sistema a la copia, �sta la fotocopian
con precios y despu�s hacen sus propios cat�logos de
precios. Ya que estos cat�logos fueron copiados del
sistema, los precios concuerdan y contienen el mismo
aumento de precios en los art�culos de lento
movimiento. De modo similar, cuando no se integra un
aumento de precios, muchos mayoristas utilizan las
hojas de precios de los servicios de establecimiento
de precios para los art�culos principales y elaboran
sus propias hojas, principalmente para productos con
aumento, y el costo se justifica con el ingreso
adicional.
L�mites al aumento de precios
Por supuesto, existen limitaciones en cuanto a qu�
art�culos de poca rotaci�n se pueden aumentar sin
riesgo. Algunos mayoristas no aplican esta pol�tica a
los art�culos de lento movimiento en ciertas l�neas de
productos porque muchos clientes tienen f�cil acceso a
servicios de establecimiento de precios, los cuales
inevitablemente muestran aumentos o descuentos
uniformes. Otra vez, los mayoristas que han estado
facturando a precio de lista y con descuento deben
cambiar a precios netos. D� a sus clientes seis meses
para acostumbrarse al cambio y luego empiece a
incorporar el aumento en los art�culos de lento
movimiento.
�Cu�les son los l�mites superiores del ingreso
adicional que obtendremos con un aumento en los
art�culos cuya rotaci�n es lenta? Como ya se
mencion� anteriormente, para la mayor�a de las
empresas del 15 al 25 por ciento de art�culos
inventariados representan del 75 al 85 por ciento de
las ventas monetarias. En mi experiencia,
tradicionalmente, los art�culos que componen este 75
a 85 por ciento de las ventas no pueden someterse sin
riesgo a nuestra pol�tica de aumentos. Adem�s, es
evidente que dicha pol�tica no puede aplicarse a todo
el 15 a 25 por ciento restante de las ventas.
Tendr�amos que excluir la mayor�a de los contratos,
embarques directos, art�culos de venta anual, entre
otros; as� como tambi�n algunos art�culos fuera de
lo com�n en l�neas b�sicas de productos donde los
contratistas y otras "personas enteradas" de
la industria con servicios de establecimiento de
precios pueden advertir con facilidad las
discrepancias.
Los estudios estad�sticos muestran que miles de
art�culos de lento movimiento (candidatos potenciales
para una pol�tica de aumentos) representan s�lo una
peque�a proporci�n del total de las ventas
monetarias. Sin embargo, a muchos de estos estudios
que sugieren altos m�rgenes de utilidades adicionales
poco realistas se les podr�a reclamar por tasar estos
art�culos a m�s del 10 por ciento para alcanzar un 3
por ciento de incremento total en la utilidad bruta en
vez del 0.5 al 1 por ciento de incremento que
sugerimos aqu�. Pero consideremos las ramificaciones
de un mayor incremento. Supongamos, por ejemplo, que
para un mayorista los art�culos sujetos a un aumento
llegan solamente al 5 por ciento de las ventas
monetarias. Si un 10 por ciento de aumento en este 5
por ciento de las ventas reditu� un 0.5 por ciento de
incremento en el margen bruto, entonces un 3 por
ciento m�s alto del total de utilidad bruta
necesitar�a un aumento promedio de precios de 60 por
ciento ([3 por ciento � 0.5 por ciento] x 10=60). Si
usted ha estado vendi�ndolo por $1, el nuevo precio
tendr�a que promediar $1.60. Si su costo es de $.75,
su aumento anterior de 33-1/3 por ciento (el aumento
de precio de $.75 a $1) tendr�a ahora que promediar
m�s de 110 por ciento (el aumento de precio de $.75 a
$1.60). Vamos a considerar a otro distribuidor cuyos
art�culos sujetos a un mayor aumento equivalen no al
5 por ciento, sino m�s bien al 10 por ciento de las
ventas monetarias. Un 3 por ciento de aumento en el
total de la utilidad bruta necesitar�a un aumento
promedio del 30 por ciento en estos art�culos. En
este caso, el aumento promedio anterior de 33-1/3 por
ciento promediar�a ahora 73 por ciento.
Algunos art�culos de bajo precio con mayor aumento
pueden soportar un incremento del 30 al 60 por ciento.
No obstante, gran parte de los mayoristas est�n de
acuerdo en que el aumento promedio realista est� m�s
cercano al 10 por ciento.
Un 10 por ciento de aumento de precio en un 5 por
ciento del inventario equivale al 0.5 por ciento de
aumento en el margen bruto. Un 10 por ciento de
aumento para un distribuidor que ha aumentado el
precio del 10 por ciento de su inventario equivaldr�
a un 1 por ciento de aumento en el margen bruto.
Calculado sobre ventas anuales de $1 mill�n, esto
representa �la friolera de $10,000!
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