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LOS DIEZ GRANDES PERGAMINOS DEL �XITO
de "El vendedor m�s grande del mundo"
de Og Mandino

 

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EL PERGAMINO N�MERO UNO"

Hoy comienzo una nueva vida.
Hoy mudar� mi viejo pellejo que ha sufrido, durante tanto tiempo, las contusiones del
fracaso y las heridas de la mediocridad.
Hoy nazco de nuevo y mi lugar de nacimiento es una vi�a donde hay fruto para todos.
Hoy cosechar� uvas de sabidur�a de las vides m�s altas y cargadas de frutas de la vi�a,
porque estas fueron plantadas por los m�s sabios de mi profesi�n que han venido antes que
yo, de generaci�n en generaci�n.
Hoy saborear� el gusto de las uvas frescas de las vides, y ciertamente me tragar� la semilla
del �xito encerrada en cada una, y una nueva vida reto�ar� dentro de m�.
La carrera que he escogido est� repleta de oportunidades, y al mismo tiempo llena de
angustia y desesperaci�n, y los cad�veres de aquellos que han fracasado, si se los pusiera
uno encima de otro, proyectar�an su sombra por encima de todas las pir�mides de la tierra.
Y sin embargo no fracasar� como los otros, puesto que en mis manos sostengo las cartas de
marear que me guiar�n a trav�s de corrientes peligrosas hasta las playas que solo ayer me
parec�an un sue�o.
El fracaso no ser� mi recompensa por la lucha. As� como la naturaleza no ha hecho
provisi�n alguna para que mi cuerpo tolere el dolor, tampoco ha hecho provisi�n para que
mi vida sufra el fracaso. El fracaso como el dolor, es ajeno a mi vida. En el pasado lo acept�
como acept� el dolor. Ahora lo rechazo y estoy preparado para abrazar la sabidur�a y los
principios que me sacar�n de las sombras para internarme en la luz resplandeciente de la
riqueza, la posici�n y la felicidad, muy superiores a mis m�s extravagantes sue�os hasta que
aun las manzanas de oro en el jard�n de las Hesp�rides no parezcan otra cosa que mi justa
recompensa.
El tiempo le ense�a todas las cosas a aquel que vive para siempre, pero no puedo darme el
lujo de la eternidad. Y sin embargo dentro del tiempo que se me ha asignado debo practicar
el arte de la paciencia, porque la naturaleza no procede jam�s con apresuramiento. Para
crear el olivo, el rey de todos los �rboles, se requieren 100 a�os. Una planta de cebolla es
vieja despu�s de 9 semanas. He vivido como una planta de cebolla. Pero no he estado
conforme con ello. Ahora quisiera ser el m�s grande de los �rboles de olivo, y en realidad el
m�s grande de los vendedores.
�Y c�mo lo lograr�? Porque no tengo ni el conocimiento ni la experiencia para alcanzar la
grandeza, y ya he tropezado con la ignorancia y ca�do en el charco de la compasi�n por m�
mismo. La respuesta es sencilla. Comenzar� mi viaje sin el estorbo de los conocimientos
innecesarios o la desventaja de una experiencia carente de significado. La naturaleza me ha
proporcionado ya el conocimiento y el instinto, muy superiores a los de cualquier bestia en
el bosque; y a la experiencia se le ha asignado un valor exagerado, especialmente por los
viejos que asienten sabiamente con la cabeza y hablan est�pidamente.
En realidad la experiencia ense�a sistem�ticamente, y sin embargo su curso de instrucci�n
devora los a�os del hombre de manera que el valor de sus lecciones disminuyen con el
tiempo necesario para adquirir su sabidur�a especial. Y al final se ha malgastado en hombres
que han muerto. Adem�s, la experiencia se compara con la moda. Una acci�n o medida que
tuvo �xito hoy ser� irresoluble e impr�ctica ma�ana.
Solamente los principios perduran y estos poseo, porque las leyes que me conducir�n a la
grandeza figuran en las palabras de estos pergaminos. Me ense�an m�s a evitar el fracaso
que a alcanzar el �xito, porque, �qu� es el �xito sino un estado mental? �Cu�les dos
personas, entre mil sabios, definir�n el �xito con las mismas palabras? Y sin embargo el
fracaso se describe siempre de la misma forma. El fracaso es la incapacidad del hombre de
alcanzar sus metas en la vida, cualesquiera sean.
En realidad, la �nica diferencia entre aquellos que han fracasado y aquellos que han tenido
�xito reside en la diferencia de sus h�bitos. Los buenos h�bitos son la clave de todo �xito.
Los malos h�bitos son la puerta abierta al fracaso. De manera, entonces, que la primera ley
que obedecer�, y que precede a todas las otras es la siguiente: me formar� buenos h�bitos, y
ser� el esclavo de esos h�bitos.
Cuando era ni�o, era esclavo de mis impulsos, ahora soy esclavo de mis h�bitos, como lo
son todos los hombres crecidos. He rendido mi libre albedr�o a los a�os de h�bitos
acumulados, y las acciones pasadas de mi vida han se�alado ya un camino que amenaza
aprisionar mi futuro. Mis acciones son gobernadas por el apetito, la pasi�n, el prejuicio, la
avaricia, el amor, temor, medio ambiente y h�bitos; el peor de estos tiranos es el h�bito. Por
lo tanto si tengo que ser esclavo de los h�bitos, que sea esclavo de los buenos h�bitos. Los
malos h�bitos deben ser destruidos y nuevos surcos preparados para la buena semilla.
Adquirir� buenos h�bitos y me convertir� en su esclavo.
�Y c�mo realizar� esta dif�cil empresa? Lo har� por medio de estos pergaminos, porque
cada uno contiene un principio que desalojar� de mi vida un h�bito malo y lo reemplazar�
con uno que me acerque al �xito. Porque hay otra ley de la naturaleza que dice que solo un
h�bito puede dominar a otro. As� pues, para que estas palabras escritas cumplan la tarea para
la cual han sido designadas, debo disciplinarme a m� mismo y adquirir el primero de mis
nuevos h�bitos que es el siguiente.
Leer� cada pergamino durante 30 d�as en esta forma prescrita, antes de proceder a la
lectura del pergamino siguiente.
Primero, leer� las palabras en silencio cuando me levanto por la ma�ana. Luego leer� las
palabras en silencio despu�s de haber participado de la comida del mediod�a. Finalmente
leer� las palabras de nuevo antes de acostarme al finalizar el d�a, y a�n m�s importante, en
esta oportunidad leer� las palabras en voz alta.
Al d�a siguiente repetir� este procedimiento, y continuar� de esta manera durante 30 d�as.
Luego empezar� el siguiente pergamino y repetir� este procedimiento durante otros treinta
d�as. Continuar� en esta misma forma hasta que haya vivido con cada uno de los pergaminos
durante 30 d�as y mi lectura diaria se haya convertido en h�bito.
�Y qu� realizar� mediante este h�bito? Reside aqu� el secreto oculto de todas las
realizaciones del hombre. Al repetir diariamente las palabras, se convertir�n pronto en parte
integral de mi mente activa, pero a�n m�s importante, se filtrar�n tambi�n hasta la otra
mente m�a, ese misterioso venero que nunca duerme, que crea mis sue�os, y con frecuencia
me hace proceder en una forma que no comprendo.
A medida que las palabras de estos pergaminos son absorbidas por mi misteriosa mente,
comenzar� a despertar, todas las ma�anas, con una vitalidad que no he conocido nunca. Mi
vigor aumentar�, mi entusiasmo se acrecentar�, mi deseo de enfrentarme con el mundo
dominar� a todos los temores que antes me asaltaban al amanecer, y ser� m�s feliz de lo que
jam�s hab�a pensado que fuese posible en este mundo de luchas y dolor.
Finalmente, descubrir� que reacciono ante todas las situaciones que me confrontan como los
pergaminos me ordenaron que reaccionara, y pronto estas acciones y reacciones ser�n f�ciles
de realizar, porque todo acto se hace f�cil con la pr�ctica.
De manera, entonces, que nacer� un h�bito nuevo y bueno, porque cuando un acto se hace
f�cil mediante la repetici�n constante se convierte en un placer realizarlo, y si es un placer
realizarlo corresponde a la naturaleza del hombre el realizarlo a menudo. Cuando lo hago
con frecuencia se convierte en un h�bito y yo me convierto en su esclavo y puesto que este
es un buen h�bito, esta es mi voluntad.
Hoy comienzo una nueva vida.
Y me hago un solemne juramento de que nada retardar� el crecimiento de mi nueva vida. No
interrumpir� ni un d�a estas lecturas porque el d�a que pierda no podr� recobrarse jam�s ni
podr� sustituirlo por otro. No debo interrumpir, no interrumpir� este h�bito de la lectura
diaria de estos pergaminos, y en realidad, los pocos momentos que pase todos los d�as en
este nuevo h�bito ser�n un precio insignificante que tendr� que pagar por la felicidad y el
�xito que ser�n m�os.
Y mientras leo y releo las palabras de los pergamino siguientes, no permitir� jam�s que la
brevedad de cada pergamino ni la sencillez de sus palabras me lleven a tratar livianamente su
mensaje. Miles de uvas se prensan para llenar una botella de vino y el hollejo y la pulpa son
arrojados a los p�jaros. As� es con estas uvas de la sabidur�a de los siglos. Mucho se ha
filtrado y arrojado a los vientos. Solamente la verdad pura yace destilada en las palabras que
vendr�n. Beber� seg�n las instrucciones y no derramar� ni una gota, y la semilla del �xito
ingerir�.
Hoy mi viejo pellejo se ha vuelto como polvo. Caminar� erguido entre los hombres y no me
reconocer�n, porque hoy soy un nuevo hombre, con una nueva vida.

"EL PERGAMINO N�MERO DOS"

Saludar� este d�a con amor en mi coraz�n.
Porque este es el secreto m�s grande del �xito en todas las empresas. La fuerza muscular
podr� partir un escudo y aun destruir la vida, pero solo el poder invisible del amor puede
abrir el coraz�n del hombre, y hasta que no domine este arte no ser� m�s que un mercachifle
en el mercado. Har� del amor mi arma m�s poderosa y nadie a quien yo visite, podr�
defenderse de su fuerza.
Podr�n contradecir mi razonamiento; podr�n desaprobar mi manera de vestir; podr�n
rechazar mi rostro, y hasta podr�n sospechar de mis ofertas especiales; y sin embargo mi
amor les derretir� el coraz�n, al igual que los rayos del sol entibian la m�s fr�a arcilla.
Saludar� este d�a con amor en mi coraz�n.
�Y c�mo lo har�? De aqu� en adelante contemplar� todas las cosas con amor y nacer� de
nuevo. Amar� al sol porque me calienta los huesos; pero tambi�n amar� la lluvia porque
purifica mi esp�ritu. Amar� la luz porque me se�ala el camino; pero tambi�n amar� la
oscuridad porque me se�ala las estrellas. Acoger� la felicidad porque engrandece mi
coraz�n; pero tambi�n soportar� la tristeza porque descubre mi alma. Reconocer� la
recompensa porque constituye mi pago; pero tambi�n dar� acogida a los obst�culos porque
constituye para mi un desaf�o.
Saludar� este d�a con amor en mi coraz�n.
�Y c�mo hablar�? Elogiar� a mis enemigos y se convertir�n en amigos m�os. Animar� a mis
amigos y se volver�n mis hermanos. Ahondar� siempre en busca de razones para elogiar;
nunca me allanar� a buscar excusas para el chisme. Cuando sienta la tentaci�n de criticar, me
morder� la lengua; cuando me sienta inspirado a elogiar, lo proclamar� a los cuatro vientos.
�No sucede que los p�jaros, el viento, el mar y la naturaleza toda hablan con la m�sica de la
alabanza para su creador? �No puedo acaso hablar con la misma m�sica a sus hijos? De aqu�
en adelante recordar� este secreto que cambiar� mi vida.
Saludar� este d�a con amor en mi coraz�n.
�Y c�mo proceder�? Amar� a todas las clases de hombres porque cada uno tiene sus
cualidades dignas de ser admiradas aunque quiz� est�n ocultas. Derribar� la muralla de
sospecha y de odio que han construido alrededor de sus corazones, y en su lugar edificar�
puentes para llegar por ellos a sus almas.
Amar� al que tiene ambiciones porque podr� inspirarme; amar� a los que han fracasado
porque pueden ense�arme. Amar� a los reyes porque son solamente humanos; amar� a los
humildes porque son divinos. Amar� a los ricos porque sufren la oscuridad; amar� a los
pobres porque son tantos. Amar� a los j�venes por la fe a que se aferran; amar� a los
ancianos por la sabidur�a que comparten. Amar� a los hermoso por sus ojos de tristeza;
amar� a los feos por sus almas saturadas de paz.
Saludar� este d�a con amor en mi coraz�n.
�Y como reaccionar� ante la conducta de los dem�s? Con amor. Porque as� como el amor es
el arma con la que me propongo abrir el coraz�n del hombre, el amor es tambi�n mi escudo
para resistir los dardos de odio y las lanzas de ira. La adversidad y el des�nimo azotar�n cual
hurac�n mi nuevo escudo, hasta quedar finalmente reducidos a fina lluvia. Mi escudo me
proteger� en el mercado, me sostendr� cuando estoy solo. Me estimular� en momentos de
des�nimo, pero tambi�n me calmar� en �pocas de gozoso transporte. Con el uso se
fortalecer� y me proteger� cada vez m�s, hasta que un d�a lo pondr� a un lado y caminar� sin
estorbos entre todos los hombres, y cuando lo haga, mi nombre ser� enarbolado bien alto en
la pir�mide de la vida.
Saludar� este d�a con amor en mi coraz�n.
�Y c�mo me enfrentar� con las personas con quienes me encuentro? De una sola manera. En
silencio y en mi fuero interno me dirigir� a �l y le dir� que le amo. Aunque dichas en silencio
estas palabras se reflejar�n en mis ojos, serenar�n mi frente, har�n que una sonrisa se asome
en mis labios, y har�n eco en mi voz; y su coraz�n se abrir�. �Y qui�n es aquel que se negar�
a comprar mis mercader�as cuando en su coraz�n sienta mi amor?
Saludar� este d�a con amor en mi coraz�n.
Y principalmente me amar� a mi mismo. Porque cuando lo hago, vigilar� celosamente todo
lo que entra en mi cuerpo, mi mente, mi alma y mi coraz�n. Nunca jam�s mimar� los
apetitos de la carne, sino que m�s bien tratar� mi cuerpo con limpieza y moderaci�n. Nunca
permitir� que mi mente sea atra�da por el mal y la desesperaci�n, sino m�s bien la estimular�
con los conocimientos y la sabidur�a de los siglos. Nunca le permitir� a mi alma que se
vuelva complaciente y satisfecha; por el contrario la alimentar� con la meditaci�n y la
oraci�n. No permitir� nunca que mi coraz�n se empeque�ezca o se amargue; sino m�s bien
lo compartir� y crecer� y alegrar� la tierra.
Saludar� este d�a con amor en mi coraz�n.
De aqu� en adelante amar� a toda la humanidad. Desde este momento todo el odio ha sido
extra�do de mis venas, porque no tengo tiempo para odiar, solo tengo tiempo para amar.
desde este momento doy el primer paso requerido para convertirme en un hombre entre los
hombres. Con amor aumentar� mis ventas en un ciento por ciento y me convertir� en un
gran vendedor. Aunque no posea otras cualidades, puedo alcanzar el �xito tan solo con el
amor. Sin este fracasar� aunque posea todos los conocimientos y habilidades del mundo.
Saludar� este d�a con amor en mi coraz�n.

"EL PERGAMINO N�MERO TRES"

Persistir� hasta alcanzar el �xito.
En el Oriente los toros j�venes son puestos a prueba en cierta forma para la corrida en la
plaza. Estos toros son tra�dos a la plaza y se les deja atacar al picador que los pica con una
lanza. La bravura de cada toro se calcula entonces con cuidado, seg�n la veces que
demostr� su disposici�n de embestir a pesar de la picadura de la lanza. De aqu� en adelante
reconocer� que todos los d�as la vida me pone a prueba en igual forma. Si persisto, si sigo
probando; si contin�o embistiendo, alcanzar� el �xito.
Persistir� hasta alcanzar el �xito.
En este mundo no nac� en derrota, ni el fracaso corre por mis venas. No soy una oveja que
espera ser aguijoneada por el pastor. Soy un le�n y me niego a hablar, a caminar o a dormir
con las ovejas. Me abstendr� de escuchar a aquellos que lloran y se quejan, porque la
enfermedad es contagiosa. Que ellos se unan a las ovejas. El matadero del fracaso no es mi
destino.
Persistir� hasta alcanzar el �xito.
Los premios de la vida se encuentran al fin de cada jornada, y no cerca del comienzo, y no
me corresponde a m� saber cuantos pasos son necesarios a fin de alcanzar mi meta. Puede
a�n sobrecogerme el fracaso al dar mi mil�simo paso, y sin embargo quiz� el �xito se oculte
detr�s del siguiente recodo del camino. Jam�s sabr� cu�n cerca estoy del �xito a menos que
doble la esquina.
Siempre dar� un paso m�s. Si ese no es suficiente dar� otro y aun otro. En realidad, un paso
por vez no es muy dif�cil.
Persistir� hasta alcanzar el �xito.
De aqu� en adelante considerar� el esfuerzo de cada d�a como un golpe de la hoja del hacha
contra un poderoso roble. El primer golpe quiz� ni cause temblor en el �rbol, ni el segundo
ni el tercero. Cada golpe en s� mismo quiz� sea insignificante y al parecer sin consecuencia.
Y sin embargo como resultado de golpes endebles, el roble finalmente se tumbar�. Y as� con
ser� mis esfuerzos de hoy.
Se me comparar� con las gotas de lluvia que finalmente se llevan la monta�a; la hormiga que
devora al tigre; la estrella que ilumina la tierra; el esclavo que construye una pir�mide.
Edificar� mi castillo usando un ladrillo por vez porque yo s� que los peque�os intentos,
repetidos, completar�n cualquier empresa.
Persistir� hasta alcanzar el �xito.
Jam�s aceptar� la derrota y borrar� de mi vocabulario palabras o frases como abandono, no
puedo, imposible, improbable, fracaso, impr�ctico, sin esperanzas y retirada, porque si esta
enfermedad de la mente me atacara, seguir�a trabajando en medio de la desesperaci�n.
Trabajar� y aguantar�. Pasar� por alto los obst�culos que se irguen a mis pies, y mantendr�
fijos los ojos en las metas por encima de mi cabeza, porque s� que donde termina el �rido
desierto, crece la verde vegetaci�n.
Persistir� hasta alcanzar el �xito.
Recordar� la antiqu�sima ley de los promedios y la adaptar� para mi beneficio. Persistir� con
la convicci�n de que cada vez que fracase en una venta, aumentar�n las posibilidades de
�xito en la tentativa siguiente. Todo "no" que escuche me aproximar� al sonido de un "s�".
Toda mirada de desaprobaci�n que me encuentre, solo me prepara para la sonrisa que
hallar� despu�s. Cada desventura que me sobrevenga contendr� en s� la semilla de la buena
suerte del ma�ana. Debo contemplar la noche para apreciar el d�a. Debo fracasar con
frecuencia para tener �xito una sola vez.
Persistir� hasta alcanzar el �xito.
Persistir�, persistir�, persistir� de nuevo. Cada obst�culo que se me presente, lo considerar�
como un mero rodeo en el camino que me lleva a la meta, y un desaf�o a mi profesi�n.
Persistir� y desarrollar� mis habilidades como el marino desarrolla las suyas, aprendiendo a
dominar la furia de cada tormenta.
Persistir� hasta alcanzar el �xito.
De aqu� en adelante, aprender� y aplicar� otro secreto de aquellos que sobresalen en su
trabajo. Cuando haya terminado el d�a, sin tener en cuenta si ha sido un �xito o fracaso,
procurar� realizar un venta m�s. Cuando mis pensamientos inviten a mi cansado cuerpo a
retornar a la casa, resistir� la tentaci�n de hacerlo. Tratar� de realizar una venta m�s. Har�
un intento m�s de cerrar el d�a con una victoria, y si ese intento fracasa, har� otro. No
permitir� jam�s que ning�n d�a termine en fracaso. De esta manera plantar� la semilla del
�xito del ma�ana y lograr� una ventaja insuperable sobre aquellos que cesan de trabajar a
una hora prescrita. Cuando otros ponen fin a la lucha, la m�a habr� comenzado, y mi cosecha
ser� amplia.
Persistir� hasta alcanzar el �xito.
Tampoco permitir� que los �xitos del ayer me hagan caer en el sopor de la complacencia del
hoy, puesto que este es el gran fundamento del fracaso. Me olvidar� de los acontecimientos
del d�a que ha pasado, ya fuesen buenos o malos y saludar� el nuevo d�a con confianza de
que este ser� el mejor d�a de mi vida.
Mientras haya h�lito en m�, persistir�, porque ahora conozco uno de los grandes principios
del �xito; si persisto lo suficiente, alcanzar� la victoria.
Persistir�.
Alcanzar� la victoria.

"EL PERGAMINO N�MERO CUATRO"

Soy el milagro m�s grande de la naturaleza.
Desde el comienzo del mundo, nunca ha existido otro con mi mente, mi cabello, mi boca.
Nadie ha podido, ni puede ni podr� caminar y andar y moverse y pensar exactamente como
yo. Todos los hombres son hermanos m�os y sin embargo soy diferente de cada uno de ellos.
soy una criatura �nica.
Aunque figuro en reino animal, lo animal solamente no me satisfar�. Dentro de m� arde una
llama que ha pasado a trav�s de incontables generaciones, y su calor constituye un constante
incentivo para mi esp�ritu de ser mejor de lo que soy, y lo ser�. Avivar� esta llama de la
disconformidad y proclamar� mi singularidad ante el mundo.
Nadie puede manejar el pincel ni el cincel como yo; nadie puede imitar exactamente mi
caligraf�a, nadie podr� engendrar a mi hijo y en realidad nadie tiene la habilidad de vender
igual que yo. De aqu� en adelante, me aprovechar� de esta diferencia puesto que es un factor
que debo estimular hasta el m�ximo.
Soy el milagro m�s grande de la naturaleza.
No har� m�s intentos vanos de imitar a otros. En cambio exhibir� mi singularidad en el
mercado. La proclamar�, s�, la vender�. Comenzar� ahora a acentuar la diferencias; a ocultar
mis similitudes. As� tambi�n aplicar� este principio a las mercanc�as que vendo. Un vendedor
y su mercanc�a, diferente de todos los dem�s, y orgulloso de la diferencia.
Soy un ser �nico de la naturaleza.
Soy una cosa rara, y existe valor en todo lo raro; por lo tanto soy de valor. Soy el resultado
de miles de a�os de progreso; por lo tanto estoy mejor equipado, tanto mental como
corporalmente, que todos los emperadores y sabios que me precedieron.
Pero mi habilidad, mi mente, mi coraz�n y mi cuerpo se estancar�n, se corromper�n y
morir�n a menos que les d� buen uso. Tengo un potencial ilimitado. Empleo solamente una
peque�a porci�n de mi cerebro, ejercito solamente una �nfima porci�n de mis m�sculos.
Puedo mejorar en un ciento por ciento m�s mis �xitos de ayer, y esto har�, a partir de hoy.
Nunca jam�s quedar� satisfecho con los �xitos del ayer, ni me entregar� tampoco a la
alabanza personal por los hechos que en realidad son demasiado peque�os para a�n ser
reconocidos. Puedo realizar mucho m�s de lo que he realizado y lo har�, pues �por qu�
raz�n el milagro que me produjo debe terminar con mi nacimiento? �Por qu� no puedo
extender ese milagro a mis hechos de hoy?
Soy el milagro m�s grande de la naturaleza.
No estoy de casualidad en esta tierra. Estoy aqu� con un prop�sito, y ese prop�sito es crecer
hasta convertirme en monta�a, y no encogerme hasta parecer un grano de arena. De aqu� en
adelante concentrar� todos mis esfuerzos en transformarme en la monta�a m�s elevada de
todas, y exigir� a mi poder hasta que me pida tregua.
Acrecentar� mis conocimientos de la humanidad, de m� mismo y de las mercanc�as que
venda, de manera que mis ventas se multipliquen. Practicar� y mejorar� y pulir� las palabras
que pronuncio para vender mis mercanc�as, porque este es el cimiento sobre el cual edificar�
mi carrera y nunca me olvidar� que muchos han alcanzado grandes riquezas y �xito mediante
un solo discurso de ventas pronunciado con excelencia. Asimismo procurar� constantemente
mejorar mis modales y atractivos, puesto que son el az�car hacia la cual todos son atra�dos.
Soy el milagro m�s grande de la naturaleza.
Concentrar� todas mis energ�as en hacer frente al desaf�o del momento. y mis actos
contribuir�n a que me olvide de todo lo dem�s. Los problemas de mi casa los dejar� en casa.
No pensar� en mi familia cuando est� en el mercado, porque esto ensombrecer� mis
pensamientos. De igual manera los problemas inherentes al mercado ser�n dejados en el
mercado y no pensar� en mi profesi�n cuando est� en mi casa, puesto que esto apagar� mi
amor.
No hay lugar en el mercado para mi familia, ni hay lugar tampoco en mi casa para el
mercado. Divorciar� al uno del otro y de esta manera permanecer� unido a ambos. Deben
permanecer separados o morir� mi carrera. Esta es la paradoja de los siglos.
Soy el milagro m�s grande de la naturaleza.
Se me ha dado ojos para que vea y una mente para que piense y ahora s� un gran secreto de
la vida porque percibo por fin que todos mis problemas, mis des�nimos y sufrimientos son
en realidad grandes oportunidades veladas. Nunca me enga�ar� por el disfraz que lleven,
porque mis ojos est�n abiertos. Mirar� m�s all� del disfraz y no ser� enga�ado.
Soy el milagro m�s grande de la naturaleza.
Ni las bestias, ni las plantas, ni el viento, ni la lluvia, ni las rocas, ni los lagos tuvieron el
mismo comienzo que yo, porque fui concebido con amor y tra�do a este mundo con un
prop�sito. En el pasado no consider� esta verdad, pero desde ahora en adelante le dar�
forma a mi vida y la guiar�.
Soy el milagro m�s grande de la naturaleza.
Y la naturaleza no conoce derrota. Con el tiempo, emerge victoriosa, y as� lo har� yo, y con
cada victoria la pr�xima lucha no ser� tan dif�cil.
Vencer�, y me convertir� en un gran vendedor, puesto que soy �nico, singular.
Soy el milagro m�s grande de la naturaleza.

"EL PERGAMINO N�MERO CINCO"

Vivir� este d�a como si fuera el �ltimo de mi existencia.
�Y qu� har� con este �ltimo d�a de valor incalculable que me queda? Primero sellar� el
contenido de la vida de manera que ni una gota se derrame sobre la arena. No perder� ni un
momento siquiera en lamentarme por las desgracias del ayer, las derrotas del ayer, los
sufrimientos del ayer, pues �por qu� debo desperdiciar en lo malo lo que es bueno?
�Puede la arena deslizarse hacia arriba en el reloj? �Saldr� el sol donde se pone y se pondr�
donde sale? �Puedo vivir de nuevo los errores de ayer y corregirlos? �Puedo hacer que
retornen las heridas del ayer y sanarlas? �Puedo volverme m�s joven que ayer? �Puedo
desdecirme del mal que he hablado, anular los golpes que he asestado, el dolor que he
provocado? No, el ayer ha quedado sepultado para siempre y no pensar� m�s en �l.
Vivir� este d�a como si fuera el �ltimo d�a de mi existencia.
�Y qu� har� entonces? Olvid�ndome del ayer, no pensar� tampoco en el ma�ana. �Por qu�
arrojar� el ahora detr�s del quiz�? �Puede la arena del ma�ana correr por el reloj antes que la
de hoy? �Nacer� el sol dos veces esta ma�ana? �Puedo realizar las tareas del ma�ana
mientras me hallo en la senda del hoy? �Puedo poner el oro del ma�ana en la bolsa del hoy?
�Puede el ni�o del ma�ana nacer hoy? �Puede la muerte que se producir� ma�ana proyectar
hacia atr�s su sombra y oscurecer el gozo de hoy? �Debo preocuparme de acontecimientos
que quiz� nunca contemple? �Debo atormentarme con problemas que tal vez nunca ocurran?
!No� El ma�ana yace sepultado con el ayer, y no pensar� m�s en �l.
Vivir� este d�a como si fuera el �ltimo de mi existencia.
Este d�a es todo lo que tengo, y estos momentos son ahora mi eternidad. Saludo este
amanecer con exclamaciones de gozo, como a un preso al que se le conmuta la sentencia de
muerte. Elevo mis brazos con agradecimiento por este don inapreciable de un nuevo d�a. As�
tambi�n me golpear� el pecho con gratitud al considerar a todos los que saludaron la salida
del sol del ayer y que hoy no figuran entre los vivos. Soy en realidad un hombre afortunado,
y las horas de hoy constituyen algo extra, inmerecido. �Porqu� se me ha permitido vivir este
d�a extra, cuando otros, mucho mejores que yo, han muerto? �Ser� acaso que han cumplido
su prop�sito mientras que el m�o est� inconcluso? �Es esta otra oportunidad de convertirme
en el hombre que yo s� que puedo ser? �Existe un prop�sito de la naturaleza? �Es este mi
d�a para distinguirme?
Vivir� este d�a como si fuera el �ltimo de mi existencia.
Tengo tan solo una vida, y la vida nada es sino una medida de tiempo. Cuando malgasto una
destruyo al otro. Si malgasto el hoy destruyo la �ltima p�gina de mi vida. Por lo tanto,
tratar� con ternura y afecto cada hora, porque no retornar�n jam�s. No puede conservarse
hoy para ser usado ma�ana, �qui�n puede atrapar el viento? Asir� con ambas manos cada
minuto de este d�a y lo acariciar� con afecto puesto que su valor es incalculable. �Qu�
hombre moribundo puede comprar el h�lito de otro aunque est� dispuesto a dar por �l todo
su oro? �Qu� valor asignar� a las horas que me quedan? Las considerar� inapreciables.
Vivir� este d�a como si fuera el �ltimo de mi existencia.
Eludir� con ah�nco a todo aquello que mata el tiempo. A la indecisi�n destruir� con la
acci�n; sepultar� las dudas bajo la fe; el temor destruir� con la confianza. No escuchar� los
labios ociosos; no me quedar� donde hay manos ociosas; a personas ociosas no visitar�. De
aqu� en adelante sabr� que el cortejar la ociosidad equivale a robar alimentos, ropas y calor
de aquellos a quienes amamos. No soy ladr�n. Soy un hombre que siente cari�o en su
coraz�n y hoy es la �ltima oportunidad de demostrar mi cari�o y mi grandeza.
Vivir� este d�a como si fuera el �ltimo de mi existencia.
Los deberes de hoy cumplir� hoy. Hoy acariciar� a mis hijos mientras son ni�os a�n; ma�ana
se habr�n ido, y yo tambi�n. Hoy abrazar� a mi mujer y la besar� dulcemente; ma�ana ya no
estar� ni yo tampoco; hoy le prestar� ayuda al amigo necesitado; ma�ana ya no clamar�
pidiendo ayuda, ni tampoco yo podr� o�r su clamor. Hoy me sacrificar� y me consagrar� al
trabajo; ma�ana no tendr� nada que dar, y no habr� nada que recibir.
Vivir� este d�a como si fuera el �ltimo de mi existencia.
Y si es mi �ltimo d�a, ser� mi monumento m�s grande. Este d�a har� el mejor de mi vida.
Este d�a aprovechar� los minutos hasta su m�ximo. Lo saborear� y dar� gracias.
Aprovechar� todas las horas y canjear� los minutos solamente por algo de valor. Trabajar�
con m�s ah�nco que nunca y exigir� a mis m�sculos hasta que pidan el alivio, y a�n as�
continuar�. Har� m�s visitas que nunca. Vender� m�s mercanc�as que nunca. Ganar� m�s
oro que nunca. Cada minuto de hoy ser� m�s fruct�fero y fecundo que las horas de ayer. Mi
�ltimo d�a deber� ser mi mejor d�a.
Vivir� este d�a como si fuera el �ltimo de mi existencia.
Y si no lo es, caer� de rodillas y dar� gracias.

"EL PERGAMINO N�MERO SEIS"

Hoy ser� due�o de mis emociones.
La marea sube; la marea baja. Pasa el invierno y llega el verano. Declina el verano y aumenta
el fr�o. El sol sale; el sol se pone. La luna est� llena; la luna es negra. Llegan los p�jaros, y
luego parten. Florecen las flores; las flores se marchitan. Se siembra la semilla; se recoge la
cosecha. La naturaleza toda es un ciclo de estados de �nimos y yo soy parte de la naturaleza;
y as� como la marea, subir�n mis estados de �nimo; mis estados de �nimo bajar�n.
Hoy ser� due�o de mis emociones.
Es una de las estratagemas de la naturaleza, escasamente, comprendida, que cada d�a
amanezco con estados de �nimo que han cambiado desde ayer. El gozo de ayer se convertir�
en la tristeza de hoy; sin embargo la tristeza de hoy pasar� a ser el gozo del ma�ana. Dentro
de m� hay una rueda que cambia constantemente de la tristeza al gozo, de los transportes de
alegr�a a la depresi�n, de la felicidad a la melancol�a. A igual que las flores, los capullos de
gozo de hoy se marchitar�n y abatir�n, y sin embargo recordar� que las flores secas de hoy
llevan la semilla del pimpollo del ma�ana; as� tambi�n la tristeza de hoy contiene la simiente
del gozo del ma�ana.
Hoy ser� due�o de mis emociones.
�Y c�mo dominar� estas emociones a fin de que cada d�a sea productivo? Porque a menos
que mi estado de �nimo sea el correcto, mi vida ser� un fracaso. Los �rboles y las plantas
dependen del tiempo para florecer, pero yo elaboro mi propio tiempo, que digo, lo llevo
conmigo. Pero si yo les ofrezco a mis clientes lluvia y lobreguez y tinieblas y pesimismo,
reaccionar�n con tristeza, tinieblas y pesimismo y no me comprar�n nada. Si les ofrezco
gozo y entusiasmo y claridad y alegr�a a mis clientes, reaccionar�n con gozo y entusiasmo,
claridad y alegr�a, y mi tiempo producir� una cosecha de ventas y un granero de oro.
Hoy ser� due�o de mis emociones.
�Y c�mo dominar� mis emociones a fin de que todos los d�as sean d�as felices y
productivos? Aprender� este secreto de los siglos: D�bil es aquel que permite que sus
pensamientos controlen sus acciones; fuerte es aquel que obliga a sus acciones a que
controlen sus pensamientos. Todos los d�as cuando despierte, seguir� este plan de batalla
antes de ser capturado por las fuerzas de la tristeza, de la autocompasi�n y del fracaso.
Si me siento deprimido, cantar�.
Si me siento triste, reir�.
Si me siento enfermo, redoblar� mi trabajo.
Si siento miedo, me lanzar� adelante.
Si me siento inferior, vestir� ropas nuevas.
Si me siento inseguro, levantar� la voz.
Si siento pobreza, pensar� en la riqueza futura.
Si me siento incompetente, recordar� �xitos pasados.
Si me siento insignificante, recordar� mis metas.
Hoy ser� due�o de mis emociones.
De aqu� en adelante, sabr� que solo aquellos con habilidad inferior podr�n estar siempre a su
nivel m�s alto, y yo no soy inferior. Habr� d�as cuando tenga que luchar constantemente
contra fuerzas que me desgarrar�an. Aunque el des�nimo y la tristeza son f�ciles de
reconocer, hay otros que se nos aproximan con una sonrisa y con un amistoso apret�n de
manos pero tambi�n pueden destruirnos. Contra ellos, tambi�n debo estar siempre en estado
de alerta.
Si se apodera de mi la confianza excesiva, recordar� mis fracasos.
Si me siento inclinado a entregarme con exceso a la buena vida, recordar� hambres pasadas.
Si siento complacencia, recordar� a mis competidores.
Si disfruto de momentos de grandeza recordar� momentos de verg�enza.
Si me siento todopoderoso, procurar� detener el viento.
Si alcanzo grandes riquezas, recordar� una boca hambrienta.
Si me siento orgulloso en exceso recordar� un momento de debilidad.
Si pienso que mi habilidad no tiene igual, contemplar� las estrellas.
Hoy ser� due�o de mis emociones.
Y con este nuevo conocimiento comprender� tambi�n y reconocer� los estados de �nimo de
aqu�l a quien visite. Tolerar� su enojo y su irritaci�n de hoy porque no sabe el secreto de
dominar su mente. Puedo resistir su saetas e insultos porque ahora s� que ma�ana cambiar�
y ser� un gozo visitarlo.
No juzgar� m�s a un hombre por una sola visita; no dejar� jam�s de visitar de nuevo ma�ana
a aquel que hoy me demuestra odio. Hoy no comprar� carrozas de oro por un centavo, y sin
embargo ma�ana canjear� su casa por un �rbol. El conocimiento que tengo de este secreto
ser� la llave que me abra las puertas de la riqueza.
Hoy ser� due�o de mis emociones.
De aqu� en adelante reconocer� e identificar� el misterio de los estados de �nimo de toda la
humanidad, y en m�. Desde este momento estoy preparado para dominar cualquier tipo de
personalidad que se despierta en mi todos los d�as. Dominar� mis estados de �nimo mediante
una acci�n positiva y cuando haya dominado mis estados de �nimo, controlar� mi destino.
Hoy controlo mi destino, y mi destino es el de convertirme en el vendedor m�s grande del
mundo.
Ser� due�o de mi mismo.
Ser� grande.

"EL PERGAMINO N�MERO SIETE"

Me reir� del mundo.
Ning�n ser viviente puede re�rse, con la excepci�n del hombre. Los �rboles tal vez se
sangren cuando son heridos, y las bestias del campo se quejar�n de dolor y de hambre, y sin
embargo solo yo tengo el don de la risa y es un don que puedo usar cuando quiero. De aqu�
en adelante cultivar� el h�bito de la risa.
Sonreir� y mi digesti�n mejorar�; me reir� y mis cargas ser�n aliviadas; me reir� y mi vida
ser� alargada, porque es el secreto de la larga vida y es ahora m�o.
Me reir� del mundo.
Y especialmente me reir� de mi mismo porque el hombre es lo m�s c�mico cuando se toma
demasiado en serio. Nunca caer� en esta trampa de la mente. Porque aunque sea el milagro
m�s grande de la naturaleza, �no soy a�n un mero grano de arena sacudido por los vientos
del tiempo? �S� en realidad de d�nde vine y a d�nde voy? �Mi preocupaci�n por este d�a no
parecer� necia dentro de diez a�os? �Por qu� permitir� que los acontecimientos
insignificantes del hoy me perturben? �Qu� puede acontecer antes de que se ponga este sol
que no parecer� insignificante en el r�o de los siglos?
�Y c�mo me reir� cuando me enfrente a un hombre o acciones que me hieran y me
provoquen l�grimas y maldiciones? Tres palabras aprender� a repetir hasta que se conviertan
en un h�bito tan fuerte que inmediatamente aparecer�n en mi mente siempre que el buen
humor amenace apartarse de mi. Estas palabras, trasmitidas por los antiguos, me har�n
triunfar en la adversidad y mantendr�n mi vida en equilibrio. Estas tres palabras son: Esto
pasar� tambi�n.
Me reir� del mundo.
Porque todas las cosas mundanas cesar�n. Cuando me sienta profundamente acongojado me
consolar� pensando que esto pasar� tambi�n; cuando me sienta orgulloso del �xito me
advertir� que esto pasar� tambi�n. Cuando me sienta oprimido por la pobreza me dir� que
esto pasar� tambi�n; cuando est� agobiado de riquezas recordar� que esto pasar� tambi�n.
Ciertamente, �d�nde est� aquel que edific� la pir�mide? �No est� sepultado dentro de sus
piedras? �Y la pir�mide alg�n d�a no quedar� sepultada bajo la arena? �Si todas estas cosas
pasar�n, por qu� debo preocuparme del hoy?
Me reir� del mundo.
Pintar� este d�a con risas; pondr� marco a esta noche con una canci�n. Nunca trabajar� para
ser feliz; m�s bien trabajar� con ah�nco para no estar triste. Disfrutar� hoy de la felicidad de
hoy. No es un grano para ser almacenado en una caja. No es un vino para guardarse en una
vasija. No puede conservarse para ma�ana. Debe sembrarse y cosecharse el mismo d�a y esto
har� de hoy en adelante.
Me reir� del mundo.
Y con mi risa todas las cosas quedar�n reducidas a su justa medida. Me reir� de mis fracasos
y se desvanecer�n en nubes de nuevos sue�os; me reir� de mis �xitos y quedar�n reducidos a
su verdadero valor. Me reir� de la bondad, y esta prosperar� y abundar�. El d�a ser�
triunfante solo cuando mis sonrisas provoquen sonrisas en otros, y esto lo hago por inter�s,
porque aquellos a quienes les hago mal gesto no comprar�n mis mercanc�as.
Me reir� del mundo.
De aqu� en adelante solo derramar� l�grimas de sudor, porque las l�grimas que nacen de la
tristeza, del remordimiento, de la frustraci�n, no tienen valor en el mercado, mientras que
cada sonrisa puede ser canjeada por oro y cada palabra bondadosa, hablada desde el
coraz�n, puede edificar un castillo.
Nunca permitir� que me vuelva tan importante, tan sabio, tan grave y reservado, tan
poderoso, que me olvide de re�rme de m� mismo y de mi mundo. En este asunto seguir�
siempre siendo un ni�o, porque solamente como un ni�o se me ha otorgado la habilidad de
admirar a los dem�s; y mientras admire a otro nunca me formar� una opini�n excesiva de m�
mismo.
Me reir� del mundo.
Y mientras pueda re�rme no ser� jam�s pobre. Este es entonces uno de los mayores dones de
la naturaleza, y no lo malgastar� m�s. Solamente con la risa y la felicidad puedo convertirme
en un verdadero �xito. Solo con la risa y la felicidad puedo disfrutar de los frutos de mi
trabajo. Si no fuera as�, ser�a mejor que fracasara, porque la felicidad es el vino que afina el
gusto de la comida. Para disfrutar del �xito debo tener felicidad, y la risa ser� la doncella que
me sirve.
Ser� feliz.
Tendr� �xito.
Ser� el m�s grande vendedor que el mundo ha conocido.

"EL PERGAMINO N�MERO OCHO"

Hoy multiplicar� mi valor en un ciento por ciento.
Una hoja de morera tocada por el genio del hombre se convierte en seda.
Un campo de arcilla tocado por el genio del hombre se convierte en un castillo.
Un cipr�s tocado por el genio del hombre se convierte en un santuario.
Un vell�n de lana tocado por el genio del hombre se convierte en un manto para un rey.
Y si es posible que las hojas y la arcilla y la madera y la lana multipliquen su valor por un
ciento por ciento, que digo, en un mil por el hombre, �no puedo hacer lo mismo con la
arcilla que lleva mi nombre?
Hoy multiplicar� mi valor en un ciento por ciento.
Soy como el grano de trigo a quien le confrontan tres futuros. El trigo puede ser puesto en
una bolsa y arrojado en un chiquero para alimentar a los puercos. O puede molerse y
convertirse en harina y luego en pan. O puede sembrarse en la tierra a fin de que crezca
hasta que sus espigas de oro produzcan mil granos de uno.
Soy como un grano de trigo con una diferencia. El trigo no puede escoger ser de alimento
para los puercos, molido para el pan, o plantado para que se multiplique. Yo tengo la
facultad de elecci�n y no permitir� que mi vida sea alimento de los puercos ni dejar� que sea
molida bajo las piedras del fracaso y la desesperaci�n, y as� quebrantado, ser devorado por la
voluntad de otros.
Hoy multiplicar� mi valor en un ciento por ciento.
Para que crezca y se multiplique es necesario plantar el grano de trigo en la oscuridad de la
tierra, y mi fracaso, mi desesperaci�n, mi ignorancia y mis inhabilidades son la oscuridad en
la cual he sido plantado a fin de madurar. Ahora, como el grano de trigo que brotar� y
fructificar� solamente si es nutrido por la lluvia y el sol y los vientos tibios, yo tambi�n debo
nutrir mi cuerpo y mi mente para cumplir mis sue�os. Pero para crecer hasta llegar a su
plenitud el trigo debe esperar los caprichos de la naturaleza. Pero yo no necesito esperar
nada porque tengo el poder para escoger mi propio destino.
Hoy multiplicar� mi valor en un ciento por ciento.
�Y como lograr� esto? Primeramente fijar� metas para el d�a, la semana, el mes, el a�o y mi
vida. As� como la lluvia debe caer antes de que el grano de trigo rompa su c�scara y
germine, as� yo tambi�n debo tener metas y objetivos para que mi vida cristalice. Al fijarme
metas recordar� mis mejores trabajos del pasado y los multiplicar� en un ciento por ciento.
Este ser� el nivel seg�n el cual vivir� en el futuro. Nunca me preocupar� de que mis metas
sean demasiado elevadas, puesto que �no es mejor acaso apuntar mi lanza a la luna y herir
solamente a un �guila que apuntar mi lanza a un �guila y pegarle solamente a una roca?
Hoy multiplicar� mi valor en un ciento por ciento.
La magnitud de mis metas no me asombrar� aunque quiz� tropiece antes de alcanzarlas. Si
tropiezo me levantar� de nuevo y mis ca�das no me preocupar�n porque todos los hombres
deben de tropezar con frecuencia antes de llegar a su hogar. Solo el gusano est� libre de la
preocupaci�n de tropezar. Y yo no soy un gusano. No soy una cebolla tampoco. No soy una
oveja. Soy un hombre. Que otros construyan una cueva con su arcilla. Por mi parte
construir� un castillo con la m�a.
Hoy multiplicare mi valor en un ciento por ciento.
Y as� como el sol debe calentar la tierra a fin de producir la planta de trigo, as� tambi�n las
palabras de estos pergaminos calentar�n mi vida y convertir�n mis sue�os en realidad. Hoy
sobrepasar� toda acci�n que realic� ayer. Subir� a la monta�a de hoy con toda la habilidad
que tengo, y sin embargo ma�ana subir� m�s alto que hoy, el d�a siguiente m�s alto que ayer.
El sobrepasar los hechos de los otros carece de importancia; el sobrepasar mis propios
hechos es lo que significa todo.
Hoy multiplicar� mi valor en un ciento por ciento.
Y as� como el viento caliente hace madurar el trigo, los mismos vientos llevar�n mi voz a
aquellos que me escuchar�n y mis palabras les anunciar�n mis metas. Una vez pronunciado,
no me atrevo a revocar lo que he dicho por temor a la humillaci�n. Ser� como mi propio
profeta, y aunque todos se r�an de mis declaraciones, oir�n mis planes, conocer�n mis
sue�os. Y de esta manera no habr� escape para m� hasta que mis palabras se conviertan en
hechos realizados.
Hoy multiplicar� mi valor en un ciento por ciento.
No cometer� el terrible crimen de apuntar demasiado bajo.
Realizar� la labor que un fracasado no realizar�.
Siempre extender� mi brazo m�s all� de lo que est� a mi alcance.
No quedar� nunca contento con mi actuaci�n en el mercado.
Siempre ampliar� mis metas tan pronto como las haya alcanzado.
Procurar� siempre que la pr�xima hora sea mejor que esta.
Proclamar� siempre mis metas al mundo.
Y sin embargo, nunca proclamar� mis �xitos. Que el mundo en cambio se me acerque con
alabanza y que tenga yo la sabidur�a de recibirlo con humildad.
Hoy multiplicar� mi valor en un ciento por ciento.
Un grano de trigo cuando se multiplica en un ciento por ciento producir� cien tallos.
Multiplique estos en un ciento por ciento, diez veces y alimentar�n a todas las ciudades del
mundo. �No soy yo m�s que un grano de trigo?
Hoy multiplicar� mi valor en un ciento por ciento.
Y cuando haya realizado esto lo repetir� de nuevo, y de nuevo, y se producir� el asombro y
la maravilla ante mi grandeza, en circunstancias que las palabras de estos pergaminos se
cumplen en mi.

"EL PERGAMINO N�MERO NUEVE"

Mis sue�os carecen de valor alguno, mis planes son como el polvo, mis metas imposibles.
Todo eso carece de valor a menos que sea seguido por la acci�n.
Proceder� ahora mismo.
Jam�s ha existido un mapa, por muy exactos que hayan sido los detalles y la escala, que
transportara a su due�o un cent�metro de distancia. Jam�s ha existido un documento
jur�dico, por justo que fuese, que haya impedido un crimen. Jam�s ha existido un pergamino,
aun como el que yo sostengo ahora, que se haya ganado un centavo o producido una sola
palabra de aclamaci�n. Solamente la acci�n es la chispa que enciende el mapa, el
documento, el pergamino, mis sue�os, mis planes, mis metas, hasta convertirlos en una
fuerza viviente. La acci�n es mi alimento y bebida que nutrir�n mi �xito.
Proceder� ahora mismo.
La demora que me ha sujetado fue hija del temor y ahora reconozco este secreto, extra�do
de las profundidades de corazones valientes. Ahora se que para conquistar el temor debo
siempre proceder sin vacilaci�n y los estremecimientos de mi coraz�n desaparecer�n. Y
ahora s� que la acci�n reduce al le�n del terror a una hormiga de ecuanimidad.
Proceder� ahora mismo.
De aqu� en adelante, recordar� la lecci�n de la luci�rnaga que proyecta su luz solamente
cuando vuela, solamente cuando est� en acci�n. Me convertir� en luci�rnaga y aun durante
el d�a se ver� mi resplandor a pesar del sol. Que otros sean como las mariposas que se
acicalan las alas, y que sin embargo dependen de la caridad de una flor para vivir. Ser� como
una luci�rnaga y mi luz iluminar� el mundo.
Proceder� ahora mismo.
No eludir� las tareas de hoy ni las postergar� para ma�ana, porque s� que el ma�ana nunca
llega. D�jenme proceder ahora aunque mis acciones no traigan la felicidad o el �xito, porque
es mejor proceder y fracasar que quedarse inactivo y salir del paso a duras penas. La
felicidad, en realidad, quiz� no sea el fruto arrancado mediante mi acci�n, y sin embargo sin
la acci�n todo fruto morir� en su tallo.
Proceder� ahora mismo.
Proceder� ahora mismo. Proceder� ahora mismo. Proceder� ahora mismo. De aqu� en
adelante, repetir� estas palabras constantemente, cada hora, cada d�a, todos los d�as, hasta
que se conviertan en h�bito como el respirar y las acciones que sigan sean algo tan instintivo
como el pesta�ear. Con estas palabras puedo preparar la mente para realizar todo acto
necesario para mi �xito; con ellas puedo preparar la mente para hacer frente a todo desaf�o
que e1 fracasado elude.
Proceder� ahora mismo.
Repetir� estas palabras una vez tras otra. Las pronunciar� cuando despierte al saltar de mi
cama, mientras el fracasado duerme una hora m�s.
Proceder� ahora mismo.
Cuando entre al mercado las pronunciar� e inmediatamente confrontar� a mi primer cliente,
mientras el fracasado medita con detenimiento sobre la posibilidad de que se lo desaire.
Proceder� ahora mismo.
Cuando me encuentre frente a una puerta cerrada, las pronunciar�, y luego llamar� mientras
que el fracasado espera afuera con temor y temblor.
Proceder� ahora mismo.
Las pronunciar� cuando me confronte la tentaci�n, y proceder� de inmediato para sacarme a
m� mismo del mal.
Proceder� ahora mismo.
Cuando est� tentado a abandonar la lucha para comenzar ma�ana, pronunciar� estas
palabras y proceder� de inmediato a consumar otra venta.
Proceder� ahora mismo.
Solamente la acci�n determina mi valor en el mercado, y para multiplicar mi valor
multiplicar� mi acci�n. Transitar� all� donde el fracasado teme andar. Trabajar� cuando el
fracasado busque descanso. Hablar� cuando el fracasado permanece en silencio. Visitar� a
diez personas que pueden comprar mis mercanc�as, mientras que el fracasado se formula
planes grandiosos para visitar a uno solo. Afirmar� que la labor est� cumplida antes que el
fracasado diga que es demasiado tarde.
Proceder� ahora mismo.
Porque el ahora es todo lo que tengo. Ma�ana es el d�a reservado par el trabajo de los
haraganes. Yo no soy harag�n. Ma�ana es el d�a cuando lo malo se vuelve bueno. Yo no soy
malo. Ma�ana es el d�a cuando el d�bil se vuelve fuerte. Yo no soy d�bil. Ma�ana es el d�a
cuando el fracasado tendr� �xito. Yo no soy un fracasado.
Proceder� ahora mismo.
Cuando el le�n siente hambre, come. Cuando el �guila siente sed, bebe. Si no procedieran, si
no actuaran, morir�an.
Tengo hambre de �xito. Tengo sed de felicidad y de paz mental. Si no procedo, si no act�o,
perecer� en una vida de fracaso, de miseria, de noches de insomnio.
Impartir� �rdenes y obedecer� mis propias �rdenes.
Proceder� ahora mismo.
El �xito no esperar�. Si demoro ser� como una novia que se casar� con otro y la perder�
para siempre.
Ahora es el momento oportuno, Este es el lugar. Yo soy el hombre.
Proceder� ahora mismo.

"EL PERGAMINO N�MERO DIEZ"

�Que hombre tiene tan poca fe que en un momento de gran desastre y de angustia no haya
invocado a su Dios? �qui�n no ha clamado cuando se ha visto confrontado con el peligro, la
muerte o un misterio superior a su comprensi�n o experiencia normal? �de d�nde procede
este profundo instinto, que se expresa por la boca de todos los seres vivientes en momentos
de peligro?
Agite la mano con rapidez ante los ojos de alguno, y sus p�rpados pesta�ear�n. Dele a otro
un golpecito en la rodilla y la pierna le dar� un salto. Confronte a otro con una historia de
horror y sus labios dir�n: "Dios m�o", en virtud del mismo impulso.
Mi vida no tiene que estar saturada de religi�n para reconocer este gran misterio de la
naturaleza. Todos los seres que andan por la tierra, incluso el hombre, poseen el instinto de
clamar pidiendo ayuda. �Por qu� es que poseemos este instinto, este don?
�No son nuestros clamores una forma de oraci�n? �No ser�a incomprensible, en un mundo
gobernado por las leyes de la naturaleza, otorgar a un cordero o a una mula, o a un pajarillo
o al hombre el instinto de clamar pidiendo ayuda, si alguna mente superior no hubiese
tambi�n determinado que el clamor fuese escuchado por un poder superior con la habilidad
de escuchar y de responder a nuestro clamor? De aqu� en adelante orar�, pero mis clamores
que pidan ayuda ser�n solamente clamores en demanda de direcci�n.
Nunca orar� pidiendo las cosas materiales de este mundo. No estoy llamando a un sirviente
para que me traiga alimentos. No le estoy ordenando a un fondista o mesonero para que me
proporcione habitaci�n. No pedir� jam�s que se me otorgue oro o amor o buena salud o
victorias mezquinas o la fama o el �xito o la felicidad. Solo orar� por directivas y
orientaciones a fin de que se me se�ale el camino para alcanzar estas cosas y mi oraci�n ser�
contestada siempre.
Quiz� recibir� la direcci�n y orientaci�n que busco, o tal vez no, pero �no son estas dos
cosas una respuesta? Si el ni�o le pide pan a su padre, y el padre no se lo da, �no le ha
respondido el padre?
Orar� pidiendo directivas y orientaci�n, y orar� como un vendedor, de esta manera:
Oh creador de todas las cosas, ay�dame. Porque hoy me interno desnudo y solo en el
mundo, y sin tu mano que me gu�e me extraviar� del camino que conduce al �xito y a la
felicidad.
No pido oro ni ropas ni aun las oportunidades en consonancia con mi habilidad; en
cambio gu�ame a fin de que adquiera habilidad para aprovechar mis oportunidades.
T� le has ense�ado al le�n y al �guila c�mo cazar y prosperar con sus colmillos y garras.
Ens��ame a cazar con palabras y a prosperar con amor para que sea le�n entre los
hombres y �guila en el mercado.
Ay�dame a permanecer humilde en los obst�culos y fracasos; pero no ocultes de mi vista el
premio que acompa�ar� a la victoria.
As�gname tareas en cuyo desempe�o otros hayan fracasado; pero gu�ame a fin de que
pueda arrancar de entre sus fracasos las semillas del �xito. Confr�ntame con temores que
templen mi esp�ritu; pero conc�deme el valor de re�rme de mis dudas.
Dame los d�as suficientes para alcanzar mis metas; pero ay�dame a vivir hoy como si
fuera mi �ltimo d�a.
Gu�ame en mis palabras a fin de que produzcan frutos; pero sella mis labios a la
murmuraci�n y que nadie sea calumniado.
Discipl�name a fin de que adquiera el h�bito de no cejar nunca; pero mu�strame c�mo
usar la ley de los promedios. Ponme alerta a fin de reconocer la oportunidad; pero
ot�rgame la paciencia que concentrar� mis fuerzas.
B��ame en buenos h�bitos para que los malos se ahoguen; pero dame compasi�n para las
debilidades de los hombres. D�jame saber que todo pasar�; pero ay�dame a contar mis
bendiciones de hoy.
Exp�nme ante el odio para que no me sea extra�o; pero llena de amor mi copa a fin de que
pueda convertir a los extra�os en amigos.
Pero que todas estas cosas sean as� si es tu voluntad. Soy tan solo un peque�o y solitario
grano de uva que se aferra a la vid, y sin embargo me has hecho distinto de todos los
dem�s. En realidad debe existir un lugar especial para m�. Gu�ame. Ay�dame. Se��lame el
camino.
D�jame llegar a ser todo lo que tienes planeado para m� desde que seleccionaste y
planeaste mi semilla para que germinara en la vi�a del mundo.
Ayuda a este humilde vendedor.
Gu�ame, Dios.

 

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