
"C�mo superar la ansiedad al hablar en p�blico"
Spring Asher y Wicke Chambers
Se cuenta que Sir Lawrence Olivier -el gran actor ingl�s- sol�a vomitar antes
de cada estreno teatral. Sentirse nervioso es normal. Es el temor a lo
desconocido; es esa vocecita persistente en cada uno de nosotros que
chilla: "Voy a olvidar lo que quiero decir"; o "Voy a tartamudear"; o "S�lo
voy a hacer el rid�culo"; o "Voy a hacerlo terriblemente mal". Una vez que
el temor se apodera de uno, es posible convertirlo f�cilmente en un enorme
bloqueo autodestructivo.
Manifestaciones fisiol�gicas del nerviosismo y c�mo controlarlas:
-Mariposas en el est�mago:
Coma ligero antes de una presentaci�n; beba agua sin hielo.
-Boca seca:
�Mu�rdase la lengua!, provocar� la salivaci�n
-Voz aguda:
Respire y deje caer la mand�bula para relajar los m�sculos de la voz.
Practique hablando en voz alta con un l�piz entre los dientes, con el
prop�sito de fortalecer los m�sculos de la laringe y hacer m�s grave
una voz aguda.
-Rodillas temblorosas:
Grabe en video su presentaci�n. Ver� que ese temblor no se nota. Espere
y acepte esta situaci�n, y persevere.
-Mente en blanco:
Establezca contacto visual. Su usted recorre con la mirada las cabezas de
las personas tal vez reciba im�genes que lo distraigan. Hable con una sola
persona en el publico a la vez, ofrezca a cada una un pensamiento o idea,
durante dos o tres segundos.
-Adem�s �respire!:
La mente en blanco puede ser provocada por la falta de llegada de ox�geno
al cerebro.
-No trate de impresionar:
El objetivo es relacionarse y hacer que su auditorio se sienta c�modo. No
recurra al uso de tecnicismos: Ronald Reagan hablaba ante los miembros de
su p�blico como si fueran sus vecinos.
-Nerviosismo al iniciar:
Aprenda de memoria la frase sencilla del principio. D�gala con energ�a.
O empiece con una pregunta para que el auditorio responda. O sostenga
alg�n objeto de utiler�a. Conc�ntrese en �l para iniciar la charla.
-No tema al rid�culo:
�Corra riesgos y tome la delantera!. Asumir los riesgos es una muestra de
liderazgo. Prep�rese. Hable con convicci�n, sinceridad y entusiasmo. Aquellos
que piensan que el dinamismo es peligroso y que el aburrimiento es mejor
no irritan, pero tampoco establecen contacto con el p�blico.
-Latidos fuertes del coraz�n:
Intente la maniobra Valsalva: Si�ntese erguido, coloque los pies en el
suelo, junte las manos, ejercite presi�n con las palmas juntas, y puje
(como si estuviera constipado), cuente hasta seis, y rel�jese. Esto disminuye
el flujo de adrenalina, y fisiol�gicamente reduce el nerviosismo. Transforme
el p�nico esc�nico en energ�a para la presentaci�n.
-Rubor encendido:
Esta condici�n fisiol�gica afecta a la personalidad de televisi�n Deborah
Norville. Si�ntase agradecido de tener color en el rostro, y no parecer una
l�nguida flor. Use una camisa color rosa para reducir el efecto de esta
condici�n.
-Balanceo:
Utilice la energ�a nerviosa que provoca el balanceo para moverse. D� unos
cuantos pasos. Emplee el cuerpo. Destaque los puntos importantes con
ademanes firmes. Se dice que, detr�s del podio, John F. Kennedy controlaba
el problema del balanceo al apoyar los pies en el borde externo de los
zapatos.
-Manos temblorosas:
Clave la u�a del pulgar en la palma. Sost�ngala unos cuantos minutos.
Cuando termine la mano estar� relajada y le permitir� sostener un objeto
o indicador sin temblar.
-Voz temblorosa:
Haga una pausa, respire y diga con convicci�n su l�nea inicial, bien planeada
y ensayada. Lo ayudar� a superar la etapa de la voz quebrada al inicio de la
presentaci�n.
-Falta de aliento:
Es el resultado de respirar de manera superficial desde el pecho. Respire
hondo desde el abdomen. Inhale antes de empezar. Haga una pausa y respire
al final de una idea.
-Palmas sudorosas:
Es conveniente tener un pa�uelo en el bolsillo.
-Hablar demasiado aprisa:
No es que hable demasiado aprisa, en realidad corre de una oraci�n a otra
en su prisa por terminar. �Haga una pausa!. Respire y cuente en silencio
hasta tres al final de cada idea. Coloque un indicador autoadhesivo de
pausa en sus notas.
Spring Asher y Wicke Chambers
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